“Creo que la solución que funcionará es dejar de pensar si tengo el argumento más legal… ¿Quiero tener más razón? Porque a veces, cuando tienes razón, no tienes nada que mostrar”, dijo Hochstein a Al-Hurra en junio pasado.
“En cambio, debe colocarse en el pensamiento la idea creativa según la cual ambas partes sientan: “es posible que no haya obtenido todo lo que quiero, pero obtuve mucho más de lo que tengo ahora”, que realmente en el caso de Líbano en este momento es nada”, dijo el enviado de la ONU con una mirada de desprecio.
Cuatro meses después de las declaraciones de Hochstein, ¿cómo han ido las cosas? ¿Y cómo terminó la “nada” para el Líbano?
La postura firme del Líbano
Los comentarios de “nada” se produjeron casi diez días después de que el régimen israelí trasladara un buque de extracción, el FPSO de la firma griega Energean, al campo de Karish, y los medios sionistas informaran que la extracción de gas comenzaría en septiembre.
Al comentar sobre la llegada del FPSO, el presidente libanés, Michel Aoun, y el primer ministro interino, Nayib Mikati, emitieron una declaración conjunta el 6 de junio, en la que advirtieron que cualquier actividad de exploración o perforación que “Israel” pudiera emprender en las zonas en disputa “constituye un acto provocativo y hostil que amenaza la paz y la seguridad internacionales, e impide las negociaciones sobre la frontera marítima”.
En una entrevista con Al-Hurra a mediados de junio, el enviado de energía de EEUU, Amos Hochstein, insinuó que el Líbano tenía que “dejar de pensar” en tener razón con respecto a las conversaciones indirectas sobre la frontera marítima con la entidad sionista.
El mediador estadounidense hizo un llamamiento a ambos lados, el Líbano e “Israel”, para presentar “ideas creativas” y abordar la disputa marítima de una manera que considerara “obtener más de lo que tengo” en lugar de “obtener todo”.
En este contexto, el “mediador”, nacido en “Israel”, dijo abiertamente que el Líbano no tenía “nada”, en un mensaje claro a los negociadores libaneses para que aceptaran las propuestas de EEUU e “Israel”.
Más tarde, el 13 de junio, un día antes de que Hochstein llegara al Líbano, el presidente Aoun enfatizó que estaba fuera de discusión renunciar a los derechos del Líbano a invertir su riqueza en gas y petróleo, afirmando su firme rechazo a las amenazas israelíes.
Luego, el presidente libanés enfatizó los derechos soberanos del Líbano a sus aguas y los recursos naturales el 14 de junio, cuando entregó la respuesta del Líbano a la propuesta de Hochstein durante su visita a Beirut.
El mismo día, el presidente Nabih Berri se reunió con Hochstein y también reafirmó los derechos del Líbano a invertir en su riqueza petrolera, y señaló que todos los libaneses apoyan unánimemente este derecho.
Además, los tres presidentes principales estuvieron en contacto directo para dar seguimiento a los detalles de las conversaciones que tuvieron lugar a fines de agosto y septiembre entre el jefe negociador libanés, Elias Bou Saab, y la parte estadounidense. No escatimaron ocasiones para enfatizar que el Líbano estaba ansioso por asegurar sus derechos sobre su riqueza marítima de una manera que preserve la estabilidad.
Hezbolá detrás del Estado libanés
A lo largo de meses de conversaciones indirectas, Hezbolá declaró firmemente que no tenía nada que ver con el proceso de negociaciones, y el secretario general Sayyed Hasan Nasralá reiteró que el Estado libanés es el único que decide qué línea marítima se acordará y que Hezbolá quería proporcionar a las autoridades libanesas puntos fuertes durante las conversaciones.
Aunque el movimiento de resistencia libanés afirmó que “respalda al Estado libanés”, fue claro en cuanto a defender lo que el Líbano considera su derecho.
El 9 de junio, Sayyed Nasralá enfatizó que Hezbolá está comprometido con la defensa de la riqueza marítima del Líbano y advirtió que todas las opciones estaban sobre la mesa.
El 2 de julio, Hezbolá lanzó tres drones hacia el campo de Karish, en un mensaje claro que recibió Tel Aviv sobre la seriedad del movimiento de resistencia libanés en el tratamiento de la cuestión marítima.
El 13 de julio, Sayyed Nasralá advirtió al enemigo israelí que se le impediría extraer gas y petróleo si no se permitía que el Líbano lo hiciera. En el mismo discurso, el líder de la resistencia emitió su conocida ecuación: “Karish y más allá de Karish”.
Luego, pronunció un discurso el 26 de julio, afirmando que ningún objetivo israelí está fuera del alcance de los misiles de precisión de Hezbolá.
El 31 de julio, el Departamento de Medios Militares de Hezbolá publicó un vídeo que mostraba las coordenadas de las plataformas israelíes que operan en el Mediterráneo. El vídeo, titulado “Dentro de nuestro alcance”, advirtió al enemigo sionista que la procrastinación y el ganar tiempo durante las negociaciones eran inútiles y que Hezbolá tenía el dedo listo en el gatillo por si el régimen israelí tomaba alguna medida destinada a saquear los campos de gas y petróleo del Líbano.
Sayyed Nasralá, más tarde el 19 de agosto, dijo que Hochstein estaba perdiendo el tiempo y enfatizó que una escalada con el enemigo israelí era “inevitable si “Israel” niega los derechos marítimos del Líbano”.
Finalizar el acuerdo marítimo
El Líbano y la entidad sionista fueron en septiembre escenarios de una actividad diplomática acelerada por parte de Hochstein. El presidente de EEUU, Joe Biden, anunció a mediados de septiembre que un acuerdo marítimo era importante y advirtió, por otro lado, que no llegar a un acuerdo tendría repercusiones dañinas para la región.
Los medios israelíes también informaron en ese momento que había comenzado la extracción de gas en el campo de Karish. El Ministerio de Energía de “Israel” aclaró, sin embargo, el 17 de septiembre, a petición del ejército de ocupación, que la actividad en Karish era solo con fines experimentales.
Las cosas se tornaron en octubre más optimistas, pero con cautela. El 1 de octubre, Hochstein entregó su propuesta final sobre el inminente acuerdo marítimo.
Posteriormente, el 4 de octubre, el Líbano solicitó modificaciones sobre la propuesta de Hochstein en un texto presentado por Bou Saab a la Embajada de EEUU en Beirut.
Hochstein entregó entonces, el 10 de octubre, una versión actualizada de su propuesta. Los medios de comunicación anunciaron un día después que el Líbano y la entidad sionista llegaron a un acuerdo negociado por EEUU sobre la demarcación de las fronteras marítimas.
El primer ministro israelí, Yair Lapid, describió el acuerdo como “histórico”, mientras que la presidencia libanesa dijo que los elementos de la propuesta de Hochstein eran satisfactorios para el Líbano.
El acuerdo marítimo a los ojos israelíes
Poco después de que se anunciara que se había llegado a un acuerdo, la oposición israelí criticó al gobierno de Yair Lapid, y el ex primer ministro Benyamin Netanyahu consideró el acuerdo como una “rendición histórica a Hezbolá”.
Lapid y el ministro de Defensa, Benny Gantz, “le dieron a Hezbolá nuestras aguas territoriales, nuestro territorio soberano, nuestro gas y, al final, sucumbieron a otra demanda de Hezbolá de permitir que Irán extraiga gas frente a las costas de “Israel””, dijo Netanyahu, citado por medios israelíes.
Lapid, por su parte, defendió el acuerdo insistiendo en que era “una bendición para la seguridad de Israel y evita la guerra con Hezbolá”.
Lejos del acalorado debate político entre el gobierno y la oposición en la entidad sionista, que muchos comentaristas y analistas consideran basado en consideraciones electorales (las elecciones parlamentarias israelíes se celebrarán el próximo noviembre), las declaraciones de los militares israelíes lo dicen todo.
Amos Yadlin, ex jefe de la Inteligencia Militar israelí, dijo el 2 de octubre que “la suposición más cercana a la realidad es que (Sayyed) Nasralá obtuvo todo lo que quería, y por eso se siente bien”.
Por su parte, el general israelí retirado Amir Avivi criticó el acuerdo y dijo que Hezbolá sometió a “Israel” y lo obligó a arrodillarse.
““Israel” está presenciando un precedente peligroso, ya que Hezbolá nos amenaza y retrocedemos rápidamente”, dijo Avivi a la radio israelí el 11 de octubre.
100% de las demandas del Líbano satisfechas
Volviendo a EEUU, cuyo enviado de energía hizo los comentarios de “nada”, algunos funcionarios tenían algo diferente que decir con respecto al acuerdo marítimo.
David Friedman, el ex embajador estadounidense ante la entidad sionista dijo que nadie imaginaba que el Líbano obtendría el 100% e “Israel” el 0% en un tuit del 3 de octubre.
Además, el ex secretario de Estado adjunto de EEUU para Asuntos del Cercano Oriente, David Schenker, dijo que las amenazas de Hezbolá permitieron al Líbano obtener el 100% de las demandas marítimas.
En un artículo del Wall Street Journal (WSJ), titulado “Israel Falls for Lebanon’s Treaty Bait-and-Switch”, Schenker explicó que los negociadores libaneses ganaron la negociación empleando una táctica probada de cebo y cambio, agregando que el exigir la Línea 29 para demarcar la frontera marítima tenía como objetivo mantener la posición negociadora en la Línea 23.
“Según el nuevo acuerdo, Líbano alcanzará prácticamente el 100% de su posición inicial de negociación”, escribió Schenker.
Cuatro meses fueron suficientes para cambiar la retórica estadounidense de “nada” a “todas las demandas cumplidas al 100%” para el Líbano. Este cambio fue en virtud de la postura firme del Líbano sobre sus derechos, y el punto de inflexión aquí fue Hezbolá.
Source: Al Manar