Las fuerzas de ocupación israelíes lanzaron una campaña militar a gran escala en toda la Cisjordania ocupada durante la noche del miércoles al jueves, realizando incursiones simultáneas marcadas por arrestos masivos, la conversión de viviendas civiles en puestos militares y ataques al personal médico.
Israeli bulldozers demolish a building under construction in Wadi al-Hummus, southeast of occupied Jerusalem. pic.twitter.com/qISZjJuZku
— Quds News Network (@QudsNen) December 4, 2025
Las incursiones, parte de la operación israelí en curso conocida como “Romper la Ola”, tuvieron como objetivo numerosos centros de población. En el sur, las fuerzas de ocupación asaltaron las localidades de Beit Ummar y Sa’ir, en la gobernación de Hebrón, y Za’tara y Beit Fajjar, cerca de Belén.
En el centro de Cisjordania, las incursiones afectaron a Al-Mughayyir y al campo de refugiados de Jalazone, al norte de Ramallah. Allí, los prisioneros recientemente liberados Ayash Abu Aliya y Bajis Nakhla fueron atacados, respectivamente, y Nakhla fue arrestado nuevamente.
La ciudad de Qalqilya fue testigo de tácticas particularmente agresivas. En el barrio de Kfar Saba, las fuerzas bloquearon carreteras, llevaron a cabo un hostigamiento generalizado y transformaron una vivienda civil en un cuartel de interrogatorio, desplegando soldados en los tejados. Posteriormente, se enviaron refuerzos a la zona en medio de los continuos enfrentamientos.
La Media Luna Roja Palestina denunció violaciones humanitarias, afirmando que uno de sus paramédicos fue agredido cuando se dirigía a su trabajo en Qalqilya. Presuntamente, se impidió que los equipos médicos de Kfar Saba llegaran a los heridos.
En el norte de Cisjordania, continuaron las operaciones en Allar, cerca de Tulkarem, Nablus, la aldea de Madama y Qabatiya, cerca de Yenín. En esta última zona se produjeron agresiones generalizadas que incluyeron arrestos, interrogatorios de campo y un fuerte despliegue de vehículos blindados.
Para agravar la situación, se observó el avance de excavadoras israelíes hacia la aldea de Dar Salah, al este de Belén, aunque su propósito no se aclaró de inmediato.
La campaña parece centrarse en recapturar a detenidos previamente liberados y desmantelar redes militantes, pero su amplio alcance ha afectado gravemente la vida civil, provocando la condena de las autoridades locales, que denuncian el castigo colectivo y la alteración sistemática de la estructura del territorio.
Source: Diversas



