El Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyyed Ali Jamenei, afirma que el conflicto entre Teherán y Washington es intrínseco y se basa en un choque fundamental de intereses. Advirtió que la cooperación con EEUU solo sería posible si este país pusiera fin a su apoyo a “Israel”, retirara sus bases militares de la región y dejara de interferir en los asuntos iraníes.
En vísperas del 4 de noviembre, Día del Estudiante y Día Nacional de la Lucha contra la Arrogancia Global, el ayatolá Jamenei se dirigió a miles de estudiantes y familiares de mártires de guerra en Teherán para conmemorar el aniversario de la toma de la embajada estadounidense en Teherán en 1979, describiéndola como un acontecimiento histórico y definitorio de la identidad iraní.
“El conflicto entre la República Islámica y EEUU es intrínseco y se trata de una confrontación de intereses entre ambas partes. Solo si EEUU cesa por completo su apoyo al régimen sionista, retira sus bases militares de la región y se abstiene de interferir en los asuntos iraníes, podrían considerarse las solicitudes estadounidenses de cooperación con Irán; no en un futuro próximo, sino más adelante”, afirmó.
Describió la toma de la embajada en 1979 como un “día de orgullo y victoria” y, a la vez, una revelación de la verdadera identidad del gobierno estadounidense.
“La toma de la embajada de EEUU reveló la verdadera identidad del gobierno estadounidense y la naturaleza genuina de la Revolución Islámica”, declaró.
El Líder Supremo rastreó las raíces de las tensiones entre EEUU e Irán hasta el golpe de Estado de 1953 que derrocó al primer ministro Mohammad Mossadegh. Afirmó que EEUU conspiró con Gran Bretaña para derrocar a Mossadegh, a pesar de mostrar públicamente su apoyo. “Los estadounidenses sonrieron a Mossadegh, pero en secreto, con los británicos, dieron un golpe de Estado, derrocaron al gobierno nacional y reimpusieron al Shah que huía”, declaró.
El ayatolá Jamenei también rechazó la idea de que eslóganes antiestadounidenses como “Muerte a EEUU” provocaran la hostilidad estadounidense.
“El problema de EEUU con la República Islámica es intrínseco, un choque de intereses, no de eslóganes”, afirmó.
Añadió que la toma de la embajada en 1979, inicialmente concebida para durar unos días como un reflejo simbólico de la indignación pública, reveló complots estadounidenses más profundos contra la Revolución.
“Los estudiantes encontraron documentos que demostraban que la embajada era un centro de conspiración contra la Revolución”, señaló.
El ayatolá Jamenei instó a los estudiantes a profundizar en el conocimiento de la historia política de Irán y sus desafíos actuales, a fortalecer la ciencia y a mantener el progreso en sus capacidades militares para demostrar que “Irán es una nación fuerte que ninguna potencia puede subyugar”.
Source: Medios iraníes



