Veteranos estadounidenses y activistas contra la guerra se reunieron en el centro de San José, California, y quemaron sus uniformes en muestra de solidaridad con Aaron Bushnell, un joven miembro de la Fuerza Aérea que se quitó la vida en protesta contra la guerra en Gaza.
La vigilia del miércoles no sólo conmemoró la vida de Bushnell sino que también amplificó un llamamiento colectivo a la paz y al fin de la violencia que ha asolado Gaza.
Entre los oradores se encontraba un veterano de la guerra de Vietnam, cuya historia de organización pacifista prestó un telón de fondo conmovedor al evento.
La reunión subrayó la urgencia de las conversaciones de paz, con menciones a un posible alto el fuego en Gaza.
El acto de quemar uniformes no fue sólo un gesto simbólico sino profundamente personal, un eco del sacrificio supremo de Bushnell.
Los participantes compartieron historias y reflexiones sobre el costo de la guerra, destacando las 30.000 víctimas palestinas desde el inicio de la guerra.
Más temprano el martes, cientos de personas rindieron homenaje a Bushnell en una vigilia en la ciudad de Nueva York frente a la Oficina de Reclutamiento del Ejército de EEUU en Times Square.
Bajo las brillantes luces de los carteles digitales de Times Square y la lluvia incesante, los manifestantes y observadores se acurrucaron bajo paraguas envueltos en keffiyehs y ponchos, sostuvieron velas y corearon eslóganes en favor de un alto el fuego y el fin de la ocupación de Palestina.
Los manifestantes dijeron que habían venido para mostrar su respeto a Bushnell pero también para exigir que no se pierdan más vidas en el genocidio.
Bushnell se prendió fuego frente a la embajada de “Israel” en Washington DC el domingo. Antes de su muerte, Bushnell publicó un vídeo donde explicaba por qué había planeado hacer lo que hizo.
“Mi nombre es Aaron Bushnell. Soy miembro en servicio activo de la Fuerza Aérea de EEUU y ya no seré cómplice del genocidio”, dijo. “Estoy a punto de participar en un acto de protesta extremo, pero en comparación con lo que la gente ha estado experimentando en Palestina a manos de sus colonizadores, no es nada extremo. Esto es lo que nuestra clase dominante ha decidido que sea normal”.
Source: Diversas