Las declaraciones del canciller francés, Jean-Marc Ayrault, sobre la procedencia del gas sarín que supuestamente fue detectado en la ciudad siria de Jan Sheijun fueron rechazadas por Damasco y cuestionadas por Moscú. Pero también, los expertos de la misma Francia ponen en duda las afirmaciones oficiales.
Los primeros en criticar la ‘revelación’ de Ayrault fueron los opositores galos del partido Frente Nacional, que exigieron que se presentasen pruebas sólidas para evitar la repetición del guion de la guerra iraquí de 2003.
Los errores del pasado
El general de brigada retirado y exempleado de la ONU, la OTAN y la UE especializado en la gestión anticrisis, Dominique Trinquand, hizo hincapié en que “no hubo ninguna investigación”.
“Yo recuerdo el año 2003 y las manipulaciones respecto a Irak. Para mi está claro que es necesaria una investigación para aclarar lo sucedido. Y ese es el problema: no hubo ninguna”, comentó el exmilitar a Sputnik.
El Gobierno galo “se hizo con las muestras para estudiarlas por su propia cuenta” mientras que estaría mucho mejor si la investigación tuviese un carácter realmente internacional.
“Se puede adivinar por qué no lo han hecho”, según Trinquand.
La obsesión con el ‘cambio del régimen’
Otro experto, el jefe de la agencia de consultas EPEE especializada en la inteligencia estratégica, Jacques Hogard, denunció que los políticos franceses tienen la misma “idea fija de derrocar al presidente sirio Bashar Asad” que sus colegas europeos y estadounidenses.
“No buscan derrotar a los grupos terroristas sino que quieren derrocar a Bashar Asad. Por esta razón aparecen tales declaraciones e incluso se hace referencia a algunas ‘pruebas’ que nunca se presentan a nadie”, evaluó Hogard.
El experto afirmó que el hecho del uso de sarín “no confirma nada” ya que carece de cualquier lógica para Asad, que “está ganando la guerra”.
“¿Quién se benefició más de esta crimen? Seguramente, no fue el presidente sirio. (…) Siempre existe algún margen de error, pero si miramos la situación internacional y los intentos fervientes de apartar a Asad del arreglo pacífico en Siria, será evidente que, tal vez, se trate de una manipulación”, precisó.
Conclusiones cómodas y una “imparcialidad dudosa”
Finalmente, el ex médico militar y especialista en toxicología, Patrick Barriot, cuestionó toda la lógica presentada por el informe, que asegura que el gas sarín fue supuestamente “fabricado en uno de los centros sirios de investigaciones científicas”.
El experto subrayó que las fórmulas de las sustancias tóxicas son ampliamente conocidas, y los componentes para su creación están a la disposición de todos los actores de la región.”La única conclusión posible es que se trataría del mismo método de síntesis [del gas sarín anteriormente usado por Siria]. Pero sería el método universalmente adoptado que se usa en múltiples países, además de Siria”, destacó.
Según Barriot, el problema radica en que en muchos casos la investigación se lleva a cabo por “unos expertos de dudosa imparcialidad”.
“El supuesto ataque ocurrió el 4 de abril y el informe [francés] ha sido publicado el día 26. Los norteamericanos, por su parte, atacaron dentro de básicamente un día. (…) No es posible investigar tal asunto imparcialmente en un plazo tan corto. Ni siquiera es posible enviar un equipo de expertos al lugar”, aseveró el ex médico.
Source: Sputnik