Decenas de miles de manifestantes salieron a las calles de la Palestina ocupada por 30ª semana consecutiva contra las impopulares políticas del gabinete de extrema derecha del primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu.
Si bien las autoridades del régimen israelí no han publicado una cifra oficial sobre el número de manifestantes, el Canal 13 de noticias estimó que más de 170.000 asistieron a las manifestaciones del sábado solo en la ciudad costera de Tel Aviv.
Los manifestantes también se reunieron en las calles de ciudades desde Haifa en el norte hasta Eilat, en la costa del Mar Rojo, donde los manifestantes tocaron tambores y bocinas.
La indignación pública contra las políticas del régimen israelí se ha intensificado desde el lunes pasado, cuando la Knesset (parlamento israelí) aprobó una primera parte de la muy controvertida reforma judicial, después de que los legisladores de la oposición abandonaran la sesión. El proyecto de ley elimina la ley de “razonabilidad”, por la cual el Tribunal Supremo del régimen puede anular las decisiones tomadas por el gabinete israelí, como los nombramientos de ministros.
Los grupos políticos apelaron al alto tribunal para anular la nueva ley, y el tribunal enfatizó que escucharía los argumentos en septiembre, preparando el escenario para una nueva confrontación política.
Si el plan se adopta en su totalidad, dará al gabinete israelí una mayor influencia sobre el nombramiento de los jueces de los tribunales, al tiempo que degradará el estatus de los asesores legales adjuntos a los ministros.
La determinación del gabinete de lograr que la Knesset aprobara el plan provocó una protesta pública en la sociedad israelí.
Los sindicatos médicos ya han realizado huelgas varias veces en protesta contra la reforma y están considerando nuevas acciones laborales.
En el ejército israelí, los reservistas han amenazado con suspender su servicio voluntario, lo que genera preocupación sobre la preparación para la guerra de la entidad sionista.
El primer ministro de “Israel” afirma que la nueva ley es parte de una serie de leyes, muchas por venir, que son necesarias para “equilibrar el poder” entre los políticos y el poder judicial.
Los opositores acusan a Netanyahu de intentar tomar todo el poder. Dicen que el primer ministro, que está siendo juzgado por múltiples cargos de corrupción, también está tratando de usar esta estratagema para anular posibles juicios en su contra.
Source: Agencias (traducido por el sitio de Al Manar en español)