El gobierno palestino afirmó este jueves que una manifestación planificada por la derecha y los colonos israelíes en la zona ocupada de Jerusalén Este aumentará las tensiones y provocará más violencia en la región.
Responsabilizamos a las autoridades de ese país por las consecuencias de la llamada Marcha de las Banderas, a realizarse el próximo domingo, expresó en un comunicado el vocero de la Presidencia palestina, Nabil Abu Rudeina.
“Jerusalén no está a la venta y la paz no será a cualquier costo”, advirtió el funcionario.
Rudeina aseguró que será imposible alcanzar la paz o la estabilidad regional con esas políticas.
Al aprobar la manifestación de la derecha radical y los colonos fundamentalistas judíos, las autoridades de ocupación subestiman una vez más la determinación del pueblo y el liderazgo palestinos, subrayó.
Adnan Al-Husseini, jefe del Departamento de Jerusalén de la Organización para la Liberación de Palestina, alertó ayer que la Marcha de las Banderas es una mecha de pólvora que puede provocar un nuevo estallido en el área.
El gobierno de ese país intenta exportar su crisis interna al permitir que los colonos pasen por las calles de la Ciudad Vieja de la Jerusalén ocupada, denunció en alusión a los problemas del primer ministro Naftali Bennett, cuya alianza en el poder quedó en minoría parlamentaria días atrás.
El ministro israelí de Seguridad Pública, Omer Barlev, anunció la pasada semana que la manifestación recorrerá el Barrio Musulmán en la Ciudad Vieja, lo cual es considerado una provocación por los árabes.
Los palestinos denuncian que cada año los miles de colonos e israelíes de extrema derecha que participan en la marcha muestran su odio religioso y étnico contra los habitantes de esas zonas, quienes en muchas ocasiones sufren ataques.
El legislador árabe-israelí Ayman Odeh también cuestionó días atrás el recorrido al estimar que es solo una excusa de los sectores ultranacionalistas para incendiar el área y causar disturbios en las calles.
La Marcha de las Banderas es una celebración nacionalista de incitación y quema, la marcha de miles de activistas de derecha instigados en las calles de Jerusalén Este es un dedo en el ojo para todo el pueblo palestino, estimó a también diputada Aida Touma-Sliman.
El ejército israelí ocupó la zona oriental de la metrópoli en 1967, y desde entonces mantiene bajo su control el territorio pese a las resoluciones del Consejo de Seguridad.
De hecho, en 1980 las autoridades del país declararon a toda la urbe como la capital eterna e indivisible, una postura rechazada por la comunidad internacional.
Source: Prensa Latina