Rusia sancionó el martes al presidente estadounidense Joe Biden, al secretario de Estado Tony Blinken, al secretario de Defensa Lloyd Austin y a otros diez funcionarios de la administración y figuras políticas estadounidenses. Moscú ha dicho que las sanciones son una medida recíproca, impuesta después de que Washington incluyera en la lista negra a los principales líderes rusos, incluido el presidente Vladimir Putin.
Las últimas adiciones a la “lista de bloqueo” de Rusia fueron anunciadas por el Kremlin el martes y fueron descritas como una “reacción en contra del curso extremadamente rusofóbico adoptado por la actual administración estadounidense”.
En la parte superior de la lista de 13 nombres aparece el presidente Biden, seguido de Blinken y Austin. El jefe del Estado Mayor Conjunto general Mark Milley, el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan, el director de la CIA William Burns y la secretaria de prensa de la Casa Blanca Jen Psaki son nombrados. Más abajo en la lista, también se incluyen la ex secretaria de Estado Hillary Clinton y el hijo de Biden, Hunter, cuyos tratos con una empresa energética ucraniana han sido cuestionados y criticados anteriormente.
La inclusión en la lista niega la entrada a la Federación Rusa a cualquiera de estas personas. Sin embargo, el comunicado del Kremlin decía que Moscú no descartaría el contacto con funcionarios estadounidenses “si cumplen con nuestros intereses nacionales”.
Se agregarán más nombres a la lista “en un futuro próximo”, continuó el comunicado, advirtiendo que “los principales funcionarios estadounidenses, oficiales militares, legisladores, empresarios, expertos y personalidades de los medios que sean rusofóbicos o contribuyan a incitar al odio hacia Rusia” también estarán en la lista negra.
EEUU ha sancionado previamente a empresarios y figuras de los medios rusos, por lo que las sanciones de represalia por parte de Moscú podrían aplicarse potencialmente en forma de ojo por ojo.
En las casi tres semanas desde el lanzamiento de su ofensiva militar en Ucrania, Rusia se ha convertido en la nación más sancionada del mundo por parte de los países occidentales. Además de las sanciones aplicadas por los gobiernos de EEUU, el Reino Unido y la UE, decenas de empresas privadas, desde marcas occidentales icónicas como McDonald’s y Coca-Cola hasta instituciones financieras globales como Visa y Mastercard, han suspendido sus actividades en Rusia.
Sin embargo, China, India y numerosos países del Sur han manifestado que no piensan aplicar sanciones contra Rusia.
Source: RT