En los días previos a las conversaciones de Viena, los medios de comunicación occidentales seguían difundiendo el rumor de que las posibilidades de llegar a un acuerdo eran escasas, aunque las negociaciones aún no habían comenzado.
A nivel oficial, los ministros de Relaciones Exteriores británico e israelí reiteraron demandas pasadas contra Irán en una nota conjunta el día antes del inicio de las conversaciones de Viena.
El memorando decía que Londres y Tel Aviv lucharían contra “las ambiciones nucleares de Irán”.
Este tono así como la línea de conducta de los medios mencionados dejaron claro que son los occidentales los que no se toman en serio la obtención de un resultado satisfactorio para todas las partes, y que si las negociaciones fracasan, no se podrá culpar a Irán por ello.
Sin embargo, las negociaciones finalmente comenzaron el lunes 29 de noviembre.
“La reunión de la Comisión Conjunta de Acuerdo Nuclear ha terminado. Los participantes en la séptima ronda de conversaciones, que comenzó con gran éxito, acordaron tomar nuevas medidas urgente”, dijo en Twitter Mijail Ulianov, negociador jefe de Rusia.
“Todos los participantes escucharon con interés las palabras y sensibilidades de la nueva delegación iraní y dejó en claro que estaba buscando algo serio”, dijo Enrique Mora, representante de la Unión Europea y coordinador jefe de conversaciones nucleares.
Parece que la estrategia del partido pro israelí fracasó en Viena.
A continuación, el periodista israelí Zvi Barel publicó un artículo en el sitio web de Haaretz el 30 de noviembre, con el título “La máxima presión de “Israel fracasó en Gaza”. ¿Por qué iba a funcionar en Irán?”.
“En su intensa campaña contra las conversaciones con Irán, “Israel” presenta la necesidad de continuar con las severas sanciones como un medio vital y eficaz para obligar a Irán a cancelar su programa nuclear”, señaló.
“Siempre ha sido una estrategia israelí constante, pero que se ha revelado ahora como obsoleta”.
“La demanda de sanciones muestra la desconfianza de “Israel” hacia acuerdo original y su capacidad para bloquear los proyectos nucleares de Irán. Si es así, ¿cómo ayudarán las sanciones y cómo han sido útiles hasta ahora?”, señala Barel.
“Las sanciones no han cambiado la política iraní”.
“El país ha estado sujeto a un régimen de sanciones durante más de 40 años. Incluso la “máxima presión” aplicada por Donald Trump no ha cambiado nada. Irán firmó el acuerdo nuclear inicial con Barack Obama en 2015 porque encontró en él un socio dispuesto a entender sus preocupaciones y aceptar una versión que cumpliera con las necesidades de Irán”.
“Irán se mantuvo fiel al acuerdo incluso cuando Trump fue elegido presidente y esperó un año después de que EEUU se retirara (…) para dejar de cumplir sus obligaciones. Aun así, nunca dijo que se retiraría del trato”.
“Israel” debería saber que sus amenazas y las presiones no van a conseguir sus objetivos, concluyó.
Source: Press TV