El general Michael Flynn, consejero de seguridad nacional de Donald Trump, ha declarado que Washington quería advertir “oficialmente a Irán” en contra de las pruebas de su programa balístico.
“Queremos advertir oficialmente a Irán de las repercusiones de su programa balístico”, dijo este alto consejero de Trump el miércoles delante de los periodistas. El calificó la prueba balística realizada el domingo por Irán de “provocadora”.
Él afirmó que los ensayos de misiles balísticos violaban la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que aprobó el acuerdo nuclear con el Grupo 5+1, incluyendo Washington. Tal interpretación no es apoyada, sin embargo, por los otros países del Grupo 5+1 ni lo fue tampoco por la Administración Obama, lo cual ha dejado a EEUU incapaz de adoptar ninguna resolución en la ONU contra Irán.
La Resolución 2231 del Consejo de Seguridad prohíbe a Irán las pruebas de misiles balísticos con capacidad de transportar ojivas nucleares. Sin embargo, Irán insiste en que sus misiles no llevan ojivas nucleares y que no están construidos para este fin, lo cual ha sido confirmado por los expertos de control de armas.
De este modo, después de las “preocupaciones” sobre el programa nuclear pacífico de Irán, ahora a las preocupaciones se relacionan supuestamente con el programa balístico legítimo de Teherán.
Flynn no dio ninguna indicación de que acciones por parte de EEUU estén siendo preparadas contra Irán. Sin embargo, algunos altos responsables estadounidenses afirmaron que EEUU buscaba adoptar una “acción apropiada” contra Irán por su prueba de misiles. “Estamos considerando una amplia gama de opciones”, dijo un responsable militar estadounidense.
Como reacción a este tipo de acusaciones sin fundamento, las autoridades del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán han dicho en repetidas ocasiones que el programa de misiles es defensivo y que los misiles iraníes sólo pueden llevar ojivas convencionales.
Por su parte, el Parlamento iraní ha recordado en un comunicado el miércoles que la única manera de disuadir al enemigo es el fortalecimiento de sus capacidades balísticas.
El ministro de Defensa iraní, el general Hossein Dehqan, también ha confirmado la prueba balística en Irán y anunció que Teherán no permitirá ninguna interferencia extranjera en sus actividades del sector de la defensa.
Por otra parte, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohammad Yavad Zarif, advirtió a EEUU que no busque un “pretexto” para crear “nuevas tensiones” en el nombre del programa nuclear.
Ataque al barco saudí
Por otro lado, Flynn acusó a Irán, sin ninguna evidencia, de ser responsable de un ataque llevado a cabo por fuerzas yemeníes contra un barco de guerra saudí el lunes.
El dijo que el ataque formaba parte de “una serie de incidentes en los pasados seis meses en los que las fuerzas huthis, que Irán ha entrenado y armado han atacado a barcos emiratíes y saudíes” y dijo que “Irán continúa armando a EEUU, que amenaza a los amigos y aliados de EEUU en la región”.
Ni Flynn ni nadie más en el gobierno de Trump ha demostrado que Irán esté entrenando y armando a los yemeníes, como la ONU ha reconocido recientemente. Lo que está claro es que Arabia Saudí, en alianza con los EEUU y varios Estados del Golfo, está librando una sangrienta guerra contra el pueblo yemení en la que más de 10.000 civiles han muerto para imponer su dominio en ese país. Los aviones de guerra saudíes, apoyados por las fuerzas armadas estadounidenses, han matado a civiles en ataques contra hospitales, escuelas y otras instalaciones no militares.
En este sentido, el barco saudí estaba llevando a cabo un bombardeo contra zonas residenciales yemeníes cuando fue atacado.
Washington busca ignorar que la amenaza para Irán y otros países de Oriente Medio reside en la entidad sionista, su aliado en la región, que está armada con todo tipo de armamento y lleva a cabo agresiones continuadas contra el pueblo palestino, al que roba sus tierras, con la bendición de la nueva y antiguas administraciones norteamericanas, y al que mantiene bajo un régimen de brutal ocupación. Al mismo tiempo, Israel amenaza a sus vecinos contra los que lleva a cabo continuas agresiones militares.
El primer ministro de Israel, Benyamin Netanyahu, que se opuso amargamente al acuerdo nuclear de 2015, condenó de inmediato el test de misiles iraní el lunes. Intentando aún crear provocaciones para destruir el acuerdo nuclear del Grupo 5+1 con Irán, él dijo que presionaría al gobierno de Trump para que renueve las sanciones económicas contra Teherán cuando visite Washington este mes, algo que le haría chocar de nuevo a la Administración Trump con sus aliados europeos.
Un gobierno lleno de halcones sionistas
El analista Peter Symonds escribió en el sitio wsws.org, que “Flynn atacó en su día el acuerdo nuclear logrados entre Irán y el 5+1 y criticó a la Administración Obama por no responder adecuadamente a las “malignas acciones de Irán”.
El gobierno de Trump incluye varias figuras pro-sionistas, como su yerno y alto consejero Jared Kushner, así como políticos y generales que son profundamente hostiles a Irán. El nuevo jefe de la CIA, Mike Pompeo, dirigió la campaña en el Congreso en 2015 para bloquear el acuerdo nuclear con Irán.
Flynn es famoso por su islamofobia y sus puntos de vista extravagantes, lo que contribuyó a su destitución como director de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA). El New York Times informó que en el caso que involucró el ataque contra el complejo diplomático estadounidense en Bengasi, Libia, en 2012. Flynn culpó a Irán e insistió en que sus subordinados de DIA encontraran pruebas para demostrar que tenía razón. Pero ninguna prueba existía porque tal hecho era falso.
Flynn dijo a la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara en 2015 que el “cambio de régimen en Irán” era el mejor medio para detener los programas nucleares de Irán. En un libro titulado “El campo de la lucha: cómo podemos ganar la guerra global contra el Islam radical y sus aliados”, él y el halcón anti-iraní Michael Ledeen presentaron un plan para la guerra contra Irán. Ellos denunciaron a Irán como “el eje clave” de “una coalición de estados anti-norteamericanos”.
Al mismo tiempo, sin embargo, señala Symonds, existen divisiones dentro de la Administración Trump sobre el acuerdo nuclear de 2015. Si EEUU se separa del acuerdo, esto causaría un fuerte choque con sus aliados europeos, que han advertido ya a Trump sobre tal hecho, y dañaría los intereses de grandes corporaciones norteamericanas que desean llevar a cabo operaciones económicas en Irán y no dejar el campo libre para sus competidoras europeas y asiáticas. Algunos analistas consideran que un choque militar con Irán no es una alta prioridad para la Administración Trump en este momento en el que se prepara para hacer frente a un posible conflicto con China.
Source: Sitio de Al Manar en Español