Tras el final del ejercicio conjunto chino-ruso en el que se develó y utilizó el último equipo militar de los dos países, continúan las expresiones de descontento y preocupación de EEUU y sus aliados en relación a este ejercicio conjunto.
Un ejercicio militar conjunto de cinco días entre China y Rusia fue organizado desde el lunes 9 de agosto hasta el viernes 13 de agosto con la presencia de más de 10.000 soldados de las fuerzas terrestres y aéreas de los dos países.
El ejercicio tuvo lugar en una base de entrenamiento táctica del Ejército Popular de Liberación (EPL) en la Región Autónoma Hui de Ningxia, en el noroeste de China, ubicada en la frontera de la Región Autónoma de Xinjiang.
Li Zuocheng, jefe de Departamento del Estado Mayor Conjunto de la Comisión Militar Central, fue el director general del ejercicio.
Varios aviones de combate Sukhoi Su-30SM rusos, unidades blindadas y de artillería y sistemas de defensa antiaérea participaron en el ejercicio durante el cual se realizaron operaciones para destruir los lugares de concentración del enemigo ficticio.
Esta es la primera vez que las fuerzas rusas han utilizado armas chinas, incluidos tanques, vehículos blindados de transporte de infantería (IVC) y otros equipos de combate proporcionados por el Ejército chino. Rusia y China han realizado ejercicios militares conjuntos desde 2005.
Durante el ejercicio, las tropas chinas y rusas también utilizaron por primera vez un sistema de mando conjunto especialmente diseñado que interconectaba los sistemas de combate de los dos ejércitos, la teleconferencia y la transferencia de datos. Según la emisora china CCTV esto ha mejorado significativamente la efectividad de las operaciones de combate.
Funcionarios chinos y rusos dijeron que el ejercicio conjunto tenía como objetivo profundizar las operaciones conjuntas antiterroristas entre los ejércitos chino y ruso, así como demostrar la firme determinación de los dos países para salvaguardar conjuntamente la seguridad y la estabilidad, tanto a nivel regional como internacional.
El ejercicio marca la primera operación militar conjunta de China desde el brote de coronavirus y también tuvo en cuenta las consecuencias del deterioro de la situación de seguridad en Afganistán.
Aunque Rusia y China no tienen una alianza militar formal, su política exterior e intereses estratégicos han visto una marcada convergencia en los últimos años en oposición a los de EEUU y sus aliados.
Mostrando el fuerte compromiso político ruso con el ejercicio, el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, viajó a China para presidir la ceremonia de clausura del mismo junto con su homólogo chino, Wei Feng.
Source: Press TV