El grupo militante talibán continúa haciendo rápidos avances en Afganistán, invadiendo varias capitales provinciales y haciendo retroceder agresivamente a los militares afganos pese a las amplias muestras populares de rechazo contra dicho movimiento radical.
En un acontecimiento significativo con implicaciones de seguridad de gran alcance, los insurgentes tomaron esta semana el control de las provincias estratégicas del norte, que tradicionalmente han sido el bastión de la resistencia contra los talibanes en Afganistán.
Los talibanes han apoderado de al menos cinco capitales de provincia desde el viernes.
La última ciudad en caer fue Taloqan, la capital de la provincia norteña de Takhar, que fue invadida por los militantes el domingo por la tarde. Se convirtió en el tercer gran centro provincial en caer en manos de los talibanes en un día, según informes locales.
Horas antes, el centro estratégico de la ciudad de Kunduz fue tomado por el grupo militante, antes de que avanzar hacia otras ciudades provinciales clave, lo que provocó una conmoción en todo el país. El grupo militante tomó el centro de la ciudad de Kunduz mientras las fuerzas del gobierno eran empujadas hacia el aeropuerto cercano y los residentes huían presos del pánico.
“El enemigo dejó atrás vehículos, armas y equipo”, tuiteó el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, prometiendo continuar con los avances militares.
Los militantes talibanes habían tomado la estratégica ciudad del norte dos veces, en 2015 y 2016, pero no lograron mantener el control.
Además de Kunduz, que representa la ganancia más significativa para los militantes desde que lanzaron la ofensiva en mayo, los talibanes también capturaron la capital provincial de la provincia de Sar-e-Pol.
Las fuerzas de seguridad y el gobernador provincial se retiraron a un puesto del ejército en las afueras luego del ataque de los talibanes a la ciudad, según los informes. Más tarde, el grupo talibán publicó un video en las redes sociales en el que afirmaba que la situación dentro de la ciudad había “vuelto a la normalidad”.
“La ciudad de Sar-e Pol cayó en manos de los talibanes esta mañana y ahora está bajo el control de los talibanes. Ahora tienen el control sobre la provincia de Sar-e Pol”, dijo un local al diario The Guardian.
“Ellos (los talibanes) comenzaron su asalto contra la ciudad anoche. El ataque vino de varias direcciones. Invadieron la capital provincial alrededor de las 9 am de esta mañana. Lo primero que hicieron fue irrumpir en la prisión y liberar a los presos”, dijo un funcionario anónimo.
Subiendo la apuesta
Los militantes han subido la apuesta desde el viernes, lanzando ataques totales en varias provincias. El viernes y el sábado, los talibanes tomaron dos capitales provinciales mientras que las feroces batallas entre las fuerzas gubernamentales y los militantes continuaban en las afueras de los principales centros urbanos de Herat y Kandahar, según los informes.
Los talibanes primero capturaron Zaranj en la provincia suroccidental de Nimroz, en la frontera con Irán, y luego tomaron Sheberghan, en la provincia norteña de Jawzjan, al día siguiente.
Sheberghan es el bastión del señor de la guerra afgano y ex vicepresidente Abdul Rashid Dostum, cuyos milicianos, según los informes, se habrían retirado al este de Mazar-i-Sharif, en la provincia de Balkh.
Dostum ha sido un célebre líder anti-talibán en el norte, combatiendo al grupo en la década de 1990, cuando fue acusado por grupos de derechos humanos de masacrar a miles de prisioneros de guerra talibanes.
El mes pasado, el gobierno de EEUU anunció la retirada de sus tropas de Afganistán después de 20 años de guerra y ocupación. Washington ya ha retirado todas las fuerzas de combate, excepto algunos cientos de soldados que protegen la Embajada de EEUU en Kabul.
Source: Press TV