Varios miembros de la familia real saudí han expresado su frustración con la capacidad del Príncipe Heredero, Mohammed bin Salman, para liderar el reino luego de un devastador ataque del Ejército yemení contra los sitios petroleros del país, informó el miércoles Reuters.
Según un diplomático extranjero de alto rango y cinco fuentes cercanas a la familia gobernante, todos los cuales hablaron bajo condición de anonimato, el ataque con misiles y drones de Yemen ha provocado enojo entre varios miembros prominentes de la familia Al Saúd y también entre algunos miembros de la élite gobernante, que creen que los círculos que rodean al joven príncipe heredero han adoptado una política exterior exageradamente agresiva hacia Irán.
“Hay mucho resentimiento hacia el liderazgo de MBS, dijo una de las fuentes. ¿Cómo no pudieron detectar el ataque?”
Esta persona también agregó que algunas personas en los círculos de élite “no tienen confianza” en el príncipe heredero, una afirmación que fue repetida por las otras fuentes.
Las fuerzas del Ejército yemení y los combatientes aliados de los Comités Populares desplegaron hasta 10 drones para bombardear las instalaciones petroleras de Abqaiq y Jurais administradas por la compañía petrolera estatal saudí Aramco el 14 de septiembre.
El ataque sin precedentes eliminó más de la mitad de la producción de crudo saudí, o sea el 5 por ciento del suministro mundial, lo que llevó a los funcionarios saudíes y estadounidenses a afirmar sin ninguna evidencia que el ataque probablemente se originó en Iraq o Irán.
Según los expertos, la producción de petróleo saudí podría tardar meses en volver a la normalidad. Estimaciones anteriores habían sugerido que podría llevar semanas.
Desde que llegó al poder, MBS ha estado presionando a las familias ricas de Arabia Saudí para que compren acciones de Aramco en un intento por proporcionar el dinero que necesitaba para sus ambiciosos planes económicos.
Sin embargo, esas familias no han mostrado ningún interés real en el plan de MBS sobre Aramco debido a las crecientes incertidumbres sobre el futuro de la empresa.
Los analistas y los banqueros habían creído ya antes de los ataques yemeníes que la valoración oficial de Aramco en 2 billones no era realista, afirmando que 1,5 billones de dólares sería más factible.
Sin embargo, la mayor devaluación causada por los ataques significa que Bin Salman y el gobierno saudí no ganarían nada más que unos 10.000 millones en una operación inicial para sacar las acciones de Aramco a la bolsa, lo que supondría una venta del 1 por ciento de las acciones de la compañía.
Source: Reuters