El Consejo Constitucional de Argelia se reunió el miércoles para establecer la vacante definitiva del puesto de presidente de la República tras la dimisión de Abdelaziz Bouteflika y abrir una transición que genera aquí más dudas que certezas.
De acuerdo con la agencia estatal APS, tras la sesión encabezada por el titular de ese órgano, Tayez Belaiz, el acto de declaración de la vacancia definitiva del principal cargo del país se comunicará este mismo miércoles al Parlamento, tal como estipula el artículo 102 de la Carta Magna argelina.
El referido acápite refiere que ‘en caso de dimisión o muerte del presidente de la República, el Consejo Constitucional se reúne de pleno derecho y constata la vacancia definitiva’ de dicho puesto y lo notifica al máximo ente legislativo, que igualmente deberá sesionar de pleno derecho.
A tenor con el texto, el presidente del Consejo de la Nación ‘asume el cargo del jefe de Estado por un período máximo de 90 días en el transcurso de los cuales serán organizadas elecciones presidenciales, aclarando que el jefe del Estado designado no puede ser candidato a la presidencia’ del país.
Bouteflika, de 82 años y muy enfermo desde que sufrió un derrame cerebral en 2013, notificó anoche al Consejo Constitucional su decisión de interrumpir su cuarto mandato consecutivo, presionado por multitudinarias manifestaciones populares desde el 22 de febrero y por el alto mando del Ejército.
En aquella fecha, los argelinos rechazaron en las calles la intención del gobernante de postularse para un quinto mandato, decisión que declinó el 11 de marzo, pero aplazó las elecciones previstas para el 18 de este mes y trazó una hoja de ruta para la transición que resultó poco convincente.
El lunes, la Presidencia argelina emitió un comunicado en el que anunciaba que Bouteflika renunciaría a su cargo antes de que expirara su mandato (el 28 de abril), aunque antes tomaría ‘medidas importantes para garantizar el funcionamiento de las instituciones’ durante el periodo de transición.
Tras una reunión con la plana mayor de la institución castrense, Gaid Salah desconoció ese pronunciamiento al afirmar públicamente que el comunicado no emanó del entonces presidente, sino de ‘entidades no constitucionales y no habilitadas’, en referencia a su entorno cercano.
‘En este contexto particular, confirmamos que cualquier decisión tomada fuera del marco constitucional es considerada nula’, agregó entonces mientras hacía evidente antagonismos entre los allegados de Bouteflika y el Ejército.
Incluso, el comunicado del Ministerio de Defensa aludió al entorno del jefe de Estado como una ‘banda’ que -denunció- ‘había hecho del fraude, la malversación y la duplicidad, su vocación’.
Horas antes de dimitir, el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Ahmed Gaid Salah, volvió a emplazar ayer al mandatario a dar ese paso ‘inmediatamente’ y urgió a la dirigencia política del país a abstenerse de retrasar la adopción de decisiones en el marco de la Constitución.
El Watan tituló ‘Gaid Salah-Bouteflika, el final de un duelo’ y ‘Bouteflika sale del fondo de la tensión con el Ejército’, mientras comentó que ‘nunca habría habría imaginado salir de escena de manera tan desoladora’ y agregó que los militares ‘no tenían otro remedio’ que retirarle el apoyo.
Por su parte, el diario El Khabar alabó que ‘el tsunami del movimiento popular restituye el poder del pueblo’, al estimar que esta nación maghrebí ‘pasa una larga página de su historia contemporánea’.
Source: Periódicos