El líder del movimiento Ansarulá, Sayyed Abdul-Malik al-Huzí, enfatizó que las masacres que “Israel” sigue perpetrando contra niños y mujeres en la Franja de Gaza demuestran la insistencia del enemigo en persistir en sus crímenes inventando nuevos métodos de asesinato que reflejan una brutalidad sin precedentes.
En un discurso pronunciado el jueves, señaló que los sionistas son expertos en cometer crímenes de manera extremadamente descarada y provocadora, señalando lo que describió como la “trampa mortal” y las “masacres de la ayuda” como algunos de los crímenes más atroces cometidos contra civiles palestinos.
En este contexto, Huzí responsabilizó a EEUU de complicidad directa en la agresión, afirmando que Washington continúa suministrando a “Israel” miles de bombas, como parte de los envíos adicionales utilizados para matar a personas inocentes.
Huzí consideró lo que está sucediendo en la Mezquita de Al-Aqsa “extremadamente peligroso”, advirtiendo que las respuestas oficiales árabes e islámicas han sido “frías”, lo que indica un “peligroso declive” en la prioridad de este asunto en la lista de prioridades.
Al comentar sobre la situación en Cisjordania, señaló que más de 40.000 palestinos han sido desplazados forzosamente y sufren condiciones humanitarias precarias, mientras “Israel” intenta impedir su regreso a los campamentos, en medio de un vergonzoso silencio internacional.
Huzí criticó la dependencia de las instituciones internacionales, calificándola de “grave error” que ha llevado a los países al fracaso sin lograr ningún resultado. Enfatizó que el deber es adoptar una postura decisiva, afirmando: “Los países pueden actuar con fuerza, pero muchos de ellos se encuentran en un estado de inacción o complicidad”. Advirtió que el objetivo de EEUU e “Israel” es establecer una ecuación de violación y control y forzar la rendición de los pueblos de la región.
Añadió: “Es vergonzoso que nuestra nación acepte la humillación y la esclavitud”, ya que “el precio que se paga hoy es el resultado de no enfrentarse al enemigo”.
Refiriéndose a la guerra israelí contra Irán, Huzí afirmó que la fortaleza de la postura iraní reside en su firmeza y negativa a ceder, señalando que la ecuación de respuesta, con el apoyo popular, “obligó al enemigo a detener su agresión”.
También enfatizó la continuación del bloqueo yemení a la navegación israelí, afirmando su éxito y elogiando la capacidad de Yemen para continuar la batalla desde una posición de verdad y certeza: “En el Yemen de la fe, somos plenamente conscientes de la validez de nuestra postura, su importancia y su valor religioso y moral”. También señaló que los continuos ataques sionistas contra el Líbano y las incursiones en su territorio se encuentran entre las violaciones más peligrosas, y exigió una postura unificada para sitiar y aislar a “Israel” internacionalmente.
Concluyó enfatizando que no hay opción para la paz con “Israel”, que cualquier conversación sobre paz con él no es más que rendición, y que lo que está sucediendo con la nación y sus lugares sagrados es extremadamente horrible, pero que puede cambiar cuando el pueblo tome la iniciativa y supere su inacción.
Source: Al Manar