Un nuevo estudio muestra que más de una cuarta parte de los israelíes están considerando abandonar los territorios ocupados ante la creciente inseguridad y la agresión israelí en múltiples frentes.
El estudio, realizado por un instituto de investigación israelí y publicado el 23 de noviembre, reveló que el 27 % de los israelíes contempla la posibilidad de abandonar los territorios ocupados.
La encuesta, realizada en abril entre 720 judíos israelíes y 187 árabes de los territorios ocupados, refleja una población inquieta por la agresión israelí en múltiples frentes.
Los israelíes más jóvenes fueron los más propensos a considerar la posibilidad de irse: el 60 % declaró tener intenciones de emigrar, una cifra que ascendió al 80 % entre los israelíes de altos ingresos con pasaportes extranjeros.
Entre los árabes, el 30 % afirmó estar pensando en irse, en comparación con el 26 % de los colonos israelíes.
En ambas poblaciones, un mayor nivel de educación e ingresos se correlacionó con una mayor intención de emigrar, especialmente entre los profesionales en campos con movilidad global, como la alta tecnología, la medicina y las finanzas.
La doble nacionalidad también aumentó la probabilidad de irse. Los colonos nacidos en “Israel” se mostraron más inclinados a considerar la emigración que quienes habían inmigrado a los territorios ocupados.
Los encuestados citaron abrumadoramente la inseguridad, la inestabilidad política, las presiones del coste de la vida y la preocupación por el futuro de sus hijos como motivaciones clave, y muchos describieron la dirección general de los territorios ocupados como “mala”.
Entre los judíos nacidos en “Israel” con doble nacionalidad, la probabilidad de querer irse aumentó significativamente para quienes habían vivido en el extranjero.
La UE fue el destino potencial más citado, con un 43 %, seguida de EEUU y Canadá, con un 27 %.
Una serie de datos oficiales publicados a lo largo de octubre y noviembre apunta a una salida de población sostenida, que dura años, y que el régimen israelí no ha podido revertir.
Un informe de Ynet de octubre de 2025, basado en datos del Centro de Investigación e Información de la Knesset, reveló un saldo migratorio muy negativo entre 2020 y 2024, con 145.900 israelíes más que se fueron que los que entraron. Las salidas anuales alcanzaron máximos históricos, alcanzando 82.800 en 2023 y 49.000 en los primeros ocho meses de 2024.
El miembro de la Knéset, Gilad Kariv, describió el fenómeno como un “tsunami”, advirtiendo que las acciones gubernamentales previas a la guerra de Gaza y la negligencia del frente civil habían fracturado la sociedad y creado lo que él llamó “una verdadera amenaza estratégica”.
Las cifras oficiales muestran que, a pesar de los 54.000 nuevos inmigrantes desde el inicio del genocidio israelí en Gaza, las salidas han superado con creces las llegadas. Tanto los datos del Ministerio como los legisladores advierten que ocho de cada diez israelíes en el extranjero no tienen intención de regresar.
Source: Press TV



