El viernes por la noche, la ciudad estadounidense de Los Ángeles fue testigo de violentos enfrentamientos entre la policía y manifestantes indignados por las redadas federales dirigidas a “inmigrantes ilegales”, que resultaron en decenas de arrestos.
Estas redadas estuvieron acompañadas de un fuerte despliegue de seguridad, en medio de una condena generalizada a las acciones de la administración del presidente Donald Trump.
La policía se enfrenta a los manifestantes en el centro de la ciudad
Imágenes en directo de Reuters mostraron un fuerte despliegue de policías de Los Ángeles con cascos y equipo antidisturbios, armados con porras y botes de gas lacrimógeno, mientras las autoridades pedían a los manifestantes que se dispersaran al anochecer.
Según Drake Madison, portavoz del Departamento de Policía de Los Ángeles, se lanzaron piedras contra los agentes, lo que provocó que respondieran con gas lacrimógeno y gas pimienta. Madison confirmó que la manifestación fue clasificada como “ilegal”, lo que permitió los arrestos.
Convoyes federales y redadas en varios barrios
El sábado, los medios de comunicación mostraron imágenes de convoyes de vehículos militares federales sin identificación que circulaban por las calles de la ciudad como parte de una campaña de control migratorio.
Algunos medios informaron que agentes de ICE entraron en varios lugares, incluyendo un Home Depot en Whitlake, una tienda de ropa en el Distrito de la Moda y un almacén en el sur de la ciudad.
Decenas de arrestos y una campaña masiva de deportación
CNN y otros medios de comunicación estadounidenses informaron que las redadas resultaron en el arresto de decenas de personas y forman parte de una campaña más amplia lanzada por el presidente republicano Donald Trump para deportar a “inmigrantes ilegales”.
Aunque la policía de la ciudad no participó directamente en las deportaciones, intervino para controlar la situación tras las violentas protestas que incluyeron pintadas contra agencias federales en las paredes del juzgado y sentadas frente a una prisión federal donde se cree que se encuentran algunos de los detenidos.
Trump pretende deportar a un millón de inmigrantes
A finales de marzo, el gobierno de Trump anunció una congelación temporal de ciertas solicitudes de residencia permanente (conocida como ajuste de estatus legal), una medida que podría afectar a miles de personas que ingresaron a EEUU como refugiados o solicitantes de asilo.
La revista Newsweek señaló que esta congelación podría extender el período de espera para miles de solicitantes de residencia permanente, en un momento en que la administración Trump está desmantelando muchas de las vías legales por las que estos solicitantes ingresaron a EEUU.
El New York Times publicó un informe a finales de enero que detalla la mayor deportación de “inmigrantes ilegales” en la historia de EEUU, prometida por Trump. Según el plan, aproximadamente un millón de inmigrantes serían deportados durante su primer año en el cargo.
Source: Al Mayadeen