La capital iraquí, Bagdad, albergó la 34.ª Cumbre Árabe, que reunió a líderes, presidentes y ministros de Asuntos Exteriores árabes en un contexto de importantes crisis y cambios en la región y el mundo árabe.
El primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, anunció el lanzamiento de la iniciativa del Fondo Árabe de Solidaridad para la reconstrucción de Gaza y el Líbano, bajo la supervisión de la Liga Árabe, y señaló que “seremos los primeros en participar”.
Al-Sudani afirmó que el gobierno de su país “lanzó un paquete de reformas financieras y proyectos de desarrollo, y apoyó los sectores de la salud y la educación”, anunciando “el lanzamiento de la iniciativa de la Era Árabe de la Reforma Económica para la próxima década”.
La declaración final de la Cumbre Árabe enfatizó la necesidad de unificar los esfuerzos árabes para afrontar los desafíos que enfrenta la región y el compromiso de los Estados miembros con la defensa de los intereses de los pueblos árabes y sus justas causas.
La declaración final indicó que la cumbre enfatizó su rechazo absoluto a cualquier intento de desplazar al pueblo palestino, y exigió la creación de corredores humanitarios seguros para la entrega de ayuda a la Franja de Gaza en medio de la continua agresión israelí contra el pueblo palestino.
La declaración instó a la comunidad internacional a asumir sus responsabilidades y ejercer presión para detener el derramamiento de sangre y la maquinaria de guerra israelí.
La Cumbre Árabe apoyó plenamente la unidad y soberanía de los territorios libaneses, así como el derecho del Líbano a proteger sus fronteras de cualquier agresión externa, y reafirmó su apoyo al Estado libanés en la lucha contra las violaciones israelíes.
La declaración también condenó los reiterados ataques israelíes contra territorio sirio, reiterando la importancia de respetar la soberanía y la integridad territorial de Siria.
En cuanto a la situación en Sudán, la declaración hizo un llamamiento a una solución política integral para poner fin al conflicto y al agravamiento del desastre humanitario.
La declaración concluyó enfatizando que lograr la seguridad y la estabilidad en la región requiere una solidaridad árabe efectiva, el respeto a la soberanía de los Estados y el rechazo a la injerencia extranjera.
En la cumbre, los presidentes egipcio y palestino, Sisi y Abbas, advirtieron sobre las amenazas existenciales a Palestina, en medio de posturas árabes que apoyan el fin de la agresión contra Gaza y llaman a fortalecer la unidad y apoyar a Siria frente a las sanciones.
Source: Al Mayadeen