Rusia, China y varios países de la región y movimientos de resistencia condenaron enérgicamente el ataque israelí contra el consulado iraní en Siria, advirtiendo de sus posibles consecuencias para la región de Asia Occidental.
“Estamos profundamente conmocionados e indignados por el ataque israelí al edificio consular de la República Islámica de Irán en Damasco, que causó víctimas y destruyó el edificio”, dijo en un comunicado la embajada rusa en Teherán.
El comunicado destacó que el ataque constituye “una violación flagrante” de todos los fundamentos del derecho internacional, incluida la Convención de Viena que garantiza la seguridad de los lugares diplomáticos y consulares, advirtiendo que podría alimentar tensiones en la región.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia destacó que tales “acciones agresivas por parte de “Israel” son absolutamente inaceptables y deben detenerse”.
“Instamos a los dirigentes israelíes a que abandonen la práctica de acciones militares provocadoras en el territorio de Siria y otros países vecinos”, añadió.
China también condenó el ataque, y el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin, dijo: “La seguridad de las instituciones diplomáticas no puede ser violada y la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Siria deben respetarse”.
Mientras tanto, Pakistán también “condenó enérgicamente” el ataque israelí como “acto irresponsable”, calificándolo de “una escalada importante en una región ya volátil”.
“El ataque es una violación inaceptable de la soberanía de Siria y socava su estabilidad y seguridad. Es una violación del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas. Los ataques contra diplomáticos o instalaciones diplomáticas también son ilegales según la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961”, dijo el martes el Ministerio de Asuntos Exteriores del país en un comunicado.
Islamabad también instó al Consejo de Seguridad de la ONU a impedir que “Israel” “su aventurerismo en la región y sus actos ilegales ataquen a sus vecinos y apunten a instalaciones diplomáticas extranjeras”.
El ataque israelí también provocó la condena de países de la región, incluida Arabia Saudí.
El Ministerio de Asuntos Exteriores saudí expresó el martes “el rechazo categórico del Reino a atacar instalaciones diplomáticas con cualquier justificación y bajo cualquier pretexto, lo que constituye una violación de las leyes diplomáticas internacionales y las reglas de inmunidad diplomática”, dijo el ministerio.
En un comunicado oficial del lunes, Omán también denunció el bombardeo y “pidió la protección y preservación de las misiones diplomáticas y consulares”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores del país destacó “la necesidad de detener la escalada en la región y rechazar las agresiones y otras acciones que amenazan la seguridad y la estabilidad”.
También el lunes, Iraq advirtió sobre “el peligro de comprometer la seguridad de las misiones diplomáticas que tienen inmunidad diplomática según las leyes internacionales”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores iraquí instó a la comunidad internacional a “tomar medidas urgentes para detener la matanza y la destrucción en la Franja de Gaza y los continuos ataques contra los territorios sirios”.
Los Emiratos Árabes Unidos, Jordania y Qatar también denunciaron el ataque israelí que mató a siete asesores militares del Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica (CGRI).
Muchos grupos de resistencia regionales también han condenado enérgicamente el ataque mortal del régimen israelí contra el consulado iraní en Damasco, la capital siria, calificándolo de receta para una mayor escalada.
En reacción a la atrocidad, el movimiento de resistencia palestino Hamas con sede en la Franja de Gaza condenó el ataque “en los términos más enérgicos” y lo calificó como “una violación flagrante del derecho internacional, una invasión de la soberanía tanto de Siria como de Irán, y una peligrosa escalada sionista”.
El movimiento exigió que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tome medidas “eficaces” para detener la agresión del régimen a la región, “que añade más leña al fuego y socava la estabilidad y la seguridad internacionales”.
El movimiento de resistencia libanés Hezbolá dijo que la “sangre pura del mártir Zahedi resultará en una mayor determinación para resistir y confrontar al arrogante enemigo israelí”.
Dijo que el régimen israelí sería “estúpido” si cree que tales asesinatos podrán “detener la rugiente marea de resistencia de los pueblos”.
“Este crimen ciertamente no pasará sin que el enemigo reciba un castigo y venganza”.
El Yihad Islámico, grupo de resistencia compañero de Hamas con base en Gaza, calificó el ataque de “traicionero”.
“Este cobarde ataque sionista es un intento del enemigo de ampliar la agresión y escapar del fracaso en Gaza”, dijo, refiriéndose a la guerra en curso del régimen israelí en la Franja de Gaza.
“Afirmamos que el enemigo seguirá fracasando y será derrotado en todos los frentes”, concluyó el movimiento.
El Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), el segundo componente más grande del grupo paraguas de la Organización para la Liberación de Palestina, describió el ataque como “una escalada significativa y terrorismo de Estado organizado”.
“La entidad sionista tiene la intención de arrastrar a la región a una escalada significativa”, dijo, pero señaló que esto “hundiría a sus ciudadanos en un baño de sangre y en desastres que no podrán soportar”.
Fatah al-Intifada, otro movimiento de resistencia palestino, dijo que la agresión israelí no lograría socavar el papel de Teherán y el papel del Eje de Resistencia, “que continuará apoyando al pueblo palestino y su resistencia en la Palestina ocupada hasta que Palestina sea liberada de la inmundicia del enemigo sionista”.
El grupo antiterrorista iraquí Kata’ib Hezbolá expresó sus condolencias al Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyyed Ali Jamenei, refiriéndose al ataque como “una agresión criminal sionista-estadounidense”.
Hissein Brahim Taha, secretario general de la Organización de Cooperación Islámica, condenó “enérgicamente” la agresión y expresó solidaridad con el pueblo y el gobierno de Irán.
En Yemen, Ali al-Qahum, miembro del Buró Político del movimiento de resistencia popular Ansarulá, dijo que la agresión demostró el alcance de la persistencia de la entidad sionista en cometer crímenes y violar la soberanía del Estado sirio.
Source: Press TV