Hoy conmemoramos el martirio de los comandantes-líderes de la Resistencia Islámica, del líder de la Resistencia Islámica, Sayyed Abbas al-Musawi, su esposa la erudita y luchadora mártir Sayyeda Oum Yasser, y su hijo el mártir Hussein, la conmemoración del líder de la Resistencia Islámica Sheij Raguib Harb, y la conmemoración del comandante mártir Hayy Imad Mugniyeh.
Durante la conmemoración de hoy, los sentimos más que nunca. Sentimos más imponente su presencia, así como su influencia y su orientación hacia la posición que debemos adoptar, hacia el camino que debemos tomar y hacia la meta que debemos plantearnos.
Nos sentimos más firmemente anclados en esta escena de sacrificios cuando recordamos a Sayyed Abbas, Oum Yasser, Sheij Raguib y Hayy Imad. Y con ellos todos los demás mártires, con la esperanza y la certeza de que llegará la victoria, que es promesa divina para los creyentes. “Y Él os concederá otras cosas que os gusten: una victoria de Dios y una conquista venidera. Y anunciará las buenas nuevas a los creyentes.”
Si hubieran estado entre nosotros hoy aquí, ¿cuál habría sido su posición? ¿Habría sido de neutralidad respecto de la ofensiva estadounidense y sionista contra el pueblo de Palestina, sobre toda Palestina y sobre Gaza en particular? ¿O habría sido apoyo, solidaridad y presión para impedir que el enemigo lograra sus objetivos y que los oprimidos triunfaran en Palestina, Gaza y la región?
Ciertamente, la voz de Sayyed Abbas y la Sheij Raguib habrían sido muy fuertes en esos días, en todas las plataformas mediáticas, en todas las mezquitas, en todas las posiciones.
Seguramente Hayy Imad habría estado hoy en la sala de operaciones con sus hermanos al mando de la resistencia luchando, confrontando, planificando y liderando.
Hoy nos inspira la conmemoración de su martirio, su biografía y su lucha para saber cómo actuar en esta fase y estos acontecimientos.
El sacrificio, la característica de la resistencia, del eje de la resistencia
En primer lugar su martirio, que es uno de los principales títulos del sacrificio en el camino de Dios. La característica de esta resistencia es que sus ulemas, sus comandantes y en ocasiones sus familias se han entregado como mártires. Una de sus características es también que todos los que pertenecen a ella y la sostienen están dispuestos a sacrificarse con generosidad, a ofrecer sus bienes, sus vidas, sus hijos. ¿No es esto lo que escuchamos todos los días de los padres, madres, esposas, hijos y familias de los mártires en el Líbano, Palestina, Yemen, Iraq, Siria e Irán?
Todos los que forman parte de esta resistencia se han sacrificado y se sacrifican todavía. Desde 1982, hablamos de varios miles de mártires, de varios miles de detenidos en las cárceles, de decenas de miles de casas destruidas, de campos quemados, de almacenes destruidos, de propiedades dañadas de estos convoyes de mártires y de detenidos, de estos convoyes de muyahidines y gente honesta cuyas casas han sido destruidas y que se han visto desplazados desde la existencia de esta entidad, desde el inicio del conflicto con este enemigo.
Pero las cualidades más importantes son la constancia y el sacrificio, de los cuales estas personas nunca flaquearon. A pesar de estos sacrificios, heridas, dolores, nunca flaquearon, ni se deprimieron, ni se retractaron,, ni dudaron de la exactitud de su elección y continuaron el camino y preservaron el legado, el de Sayyed Abbas, el legado de “preservar la resistencia”.
Las últimas masacres de civiles, una acción deliberada
A partir de ahí, debo comentar las dos masacres de Nabatiyeh y Sawanah. Esta última ofensiva es una escalada importante en el enfrentamiento actual. Porque apuntó intencionalmente a civiles y resultó en el martirio de varios de ellos.
Los israelíes afirman que cometieron un error, pero creemos que fue una acción deliberada. Si hubieran querido atacar únicamente a los combatientes de la resistencia, podrían haberlo hecho de una manera que hubiera evitado la muerte de civiles como sucedió antes.
Me gustaría destacar dos puntos. La primera, la lucha entre soldados, es una batalla,. Nosotros luchamos contra ellos y ellos luchan contra nosotros; los matamos y nos matan. Es normal. Ayer perdimos mártires de Hezbolá y Amal. Esto es normal cuando estamos en una batalla. Estamos en una verdadera batalla contra un enemigo feroz, apoyado por EEUU en un frente de más de 100 km.
Así que vemos a los combatientes como parte de la batalla, y en este caso no entramos en la ecuación “si matan a uno de nuestros combatientes, tenemos que matar a uno de sus soldados”. Este no es el caso, el cálculo es diferente.
Atacamos al ejército israelí dondequiera que lo veamos. Israel hace lo mismo…. Pero, para empezar, es “Israel” el agresor. “Israel” es un agresor que está en el origen de la resistencia…
Entre comillas, cuando el enemigo dice que los cohetes cayeron en un área abierta, es porque el enemigo está en esas áreas abiertas: sus soldados, sus equipos, sus vehículos… La última vez que el ministro de Defensa israelí vino a la región norte se reunió con su comandante en un bosque porque considera que todos los cuarteles son objetivos.
Cualquiera que sea el costo de proteger a los civiles, lo haremos
Pero cuando se trata de civiles, esta cuestión adquiere para nosotros una sensibilidad especial.
Esto no es nuevo. Es una de las ecuaciones más importantes que establecimos después del martirio de Sayyed Abbas, su esposa y su hijo. La resistencia comenzó a atacar los asentamientos en el norte, y equiparamos la seguridad de los civiles libaneses con la de los colonos en el norte. Era febrero de 1992. Fue entonces cuando se dispararon cohetes Katiusha contra los asentamientos del norte de la Palestina ocupada. La ecuación fue establecida entonces, luego quedó consagrada por el acuerdo de julio de 1993 y luego por el acuerdo de abril de 1996…
Dijimos que, sea cual sea el costo para proteger a los civiles, lo haremos…
El objetivo del enemigo, al matar a civiles, es presionar a la resistencia para que cese sus operaciones, porque desde el 7 de octubre, con la llegada de los barcos occidentales, se han puesto en marcha todas las presiones internacionales de distinto tipo para cerrar el frente libanés de apoyo a Gaza
Toda esta presión tenía como objetivo impedir una lucha en el frente libanés. Hoy, después de más de 130 días, el frente libanés está activo. Los colonos del norte claman por regresar a sus hogares.
Nuestra respuesta a la masacre debería ser continuar nuestra acción en el frente e intensificarla. ¿Quieren que paremos? Decimos que esto fortalecerá nuestra voluntad para continuar, intensificar y ampliar nuestra acción.
Por lo tanto, el enemigo debe comprender que matar a nuestras mujeres y niños fortalecerá nuestra determinación de participar en esta batalla.
Esto tampoco puede quedar sin respuesta.
Así que ayer, mientras que antes normalmente disparábamos sólo uno o dos Falaq a la vez, disparamos varios contra los cuarteles militares en el asentamiento de Kiryat Shmona, además de docenas de cohetes Katiusha. Y esa es sólo nuestra respuesta preliminar.
Les digo, hermanos y hermanas, con respecto a nuestras mujeres y nuestros niños que fueron asesinados en Nabatiyeh, Sauwaneh y otras aldeas del sur, que el enemigo pagará el precio de su sangre con sangre.
No daré demasiados detalles ni explicaciones; eso lo dejaré en manos del campo de batalla y la planificación de los muyahidines. Lo dejaré en manos del tiempo, para que tanto el enemigo como el amigo vean que el precio de esta sangre será sangre, no sólo vehículos, posiciones o instalaciones. Entonces, el enemigo comprenderá que no puede tocar a los civiles, especialmente a nuestras mujeres y niños.
El objetivo es decir que entre las conclusiones de nuestro movimiento están el sacrificio, la constancia, la firmeza, la sagacidad…
A pesar de todos los asesinatos, los estadounidenses y los israelíes deben saber que también se enfrentan a un pueblo que no dará marcha atrás en Palestina, sin importar los sacrificios.
Por eso repetimos que este frente (libanés) no se detendrá haga lo que haga su ministro de Guerra, este loco que parece olvidar que Hezbolá tiene capacidades balísticas que le permiten atacar desde Kiryat Shmona hasta Eilat.
Los yemeníes han comprendido que no deben apartarse del objetivo principal
Es importante torpedear los objetivos del enemigo. Cuando Yemen se vio involucrado, la comunidad internacional intervino. Pero lo que hicieron Yemen, Ansarulá, el gobierno yemení legítimo y el ejército yemení legítimo atacando barcos israelíes o con destino a “Israel” fue muy importante.
Fue entonces cuando EEUU acudió en ayuda de “Israel” y trajeron consigo a los británicos… El volumen de la contribución de los británicos es muy pequeño. Desde el principio, los valientes y sabios líderes de Yemen comprendieron que el objetivo era poner fin a sus actividades contra “Israel”. Entonces, ¿cómo reaccionaron? Respondieron persistiendo en alcanzar ese objetivo, no avanzando hacia otro objetivo.
La principal batalla es seguir atacando barcos israelíes o con destino a puertos israelíes en la Palestina ocupada, no iniciar una guerra con las bases estadounidenses en la región. Esto es lo que quería Netanyahu, y quizás lo que quería EEUU.
Los hermanos yemeníes, gracias a su valentía, persistencia y apoyo del pueblo yemení, continúan atacando barcos a pesar de semanas de ataques estadounidenses y británicos. Por tanto, torpedearon el objetivo (de los estadounidenses).
Ciertamente hubo mártires. Tienen mucho tiempo por delante para vengarse, para hacerles pagar un precio. Y ya están pagando un precio. Pero por ahora, el objetivo esencial está ligado a las acuciantes ecuaciones a favor de los intereses de Gaza, sus habitantes y su resistencia. Esto es lo que está sucediendo en Yemen y el Líbano.
De esto se desprenden, por tanto, dos cosas esenciales: es fundamental no participar en batallas secundarias que no sirvan al objetivo principal y hay que continuar la acción.
Debemos saludar al pueblo yemení, al ejército yemení, a los dirigentes yemeníes y dijo Abdul Malek al-Huzí que Dios lo proteja.
El precio de la resistencia y el precio de la capitulación
Esto nos lleva a otro punto, de lo que hablamos descaradamente en el Líbano y con modestia en Palestina en los medios de comunicación: el precio de la resistencia. Los sacrificios que resultan.
Ante el proyecto hegemonista estadounidense en la región, ante el proyecto sionista de ocupación y exterminio en la región tenemos dos opciones: capitulación o resistencia.
¿Cuál tiene más precio? La resistencia obviamente tiene un precio, pero el precio de la capitulación es enorme, peligroso, insoportable y existencial. Capitulación significa, en el Líbano, después de 1982, por ejemplo, que se establecerían asentamientos israelíes en el sur del Líbano hasta el río Awali, o al menos tan al sur como el Litani, o la expulsión de los libaneses de sus tierras ocupadas por “Israel”, hegemonía estadounidense sobre el Líbano y un embajador sionista en Beirut que gobernaría el país. No habría independencia ni soberanía. Los detenidos permanecerían encarcelados en los campos de prisioneros de Ansar, Atlit e “Israel”; no habría dignidad, sólo habría esclavitud: es una capitulación cuyo precio es muy alto.
Si el pueblo palestino hubiera capitulado hace 75 años, el pueblo de Gaza y Cisjordania e incluso de los territorios de 1948 estarían fuera de sus tierras, e “Israel” habría controlado no solo Palestina sino toda la región.
Pero el costo de la resistencia ha obligado al enemigo a vivir en una amenaza existencial. Su punto culminante fue la Inundación de al-Aqsa.
Tomemos el ejemplo de Argelia, donde se ofrecieron alrededor de 1 millón de mártires, o incluso 2 millones según algunos estudios. Si Argelia no hubiera dado estos mártires, ¿habría sido liberada? Siempre habría estado esclavizada y ocupada, y en Argel habría habido museos de cráneos argelinos.
Lo mismo ocurre con Irán. Irán era una herramienta de EEUU, que saqueaba ese país, hasta que el pueblo iraní, liderado por el Imam Jomeini, se sacrificó para liberarse.
Miremos el precio de la capitulación actual: ¿cómo pueden cientos de millones de árabes y dos mil millones de musulmanes, con estados y ejércitos, quedarse sentados –capitulando ante la hegemonía estadounidense– sin siquiera poder proporcionar alimentos y medicinas a Gaza, ni siquiera armas? Éste es el precio de la capitulación. Esto es lo que os lleva a esta humillación.
Por otro lado, el precio de la resistencia sacude y sacude a “Israel” y EEUU.
Esto es lo que hizo el pueblo de Gaza mientras el mundo y dos mil millones de musulmanes no pueden conseguirles alimentos ni medicinas.
Hamas ha sido objeto de la mayor difamación de la historia
La fuerza de la resistencia fue aclarar las realidades. Nos corresponde una responsabilidad, una nueva misión.
Desde el 7 de octubre han aparecido nuevos mitos. Los medios israelíes intentaron culpar en primer lugar a Hamas, pero también a otros participantes en la Inundación de Al-Aqsa, afirmando que Hamas había violado a mujeres; algunos periodistas estadounidenses repitieron estas afirmaciones, afirmando que mataron a niños y quemaron los cuerpos de las víctimas. La campaña fue tan fuerte que incluso los países árabes, incluso países que dicen ser amigos de Hamas, lo condenaron. Sin pruebas, sólo porque “Israel” lo dijo.
Hamas dijo que esto no sucedió. Pero querían asimilar a Hamás al Daesh, destruir a Hamas, crear legitimidad para destruir a Hamas. Fue la mayor falsificación jamás realizada, pero los israelíes no pudieron presentar al mundo ni un solo niño masacrado ni una mujer violada. Incluso los civiles asesinados en los asentamientos fueron asesinados por tanques, aviones y helicópteros israelíes. Cuando se inició una investigación, la realidad salió a la luz por lo que cerraron la investigación. ¿Por qué terminaron la investigación? Es seguro que no exigirán una investigación sobre el 7 de octubre antes del final de la guerra. ¿Por qué? Porque colapsaría la base moral de la guerra de Netanyahu y Biden.
Hoy en día, ya nadie equipara a Hamas con el Daesh, porque saben la verdad. Algunos funcionarios de inteligencia europeos que vienen al Líbano nos han informado que han sido engañados y que nunca han visto pruebas de las acusaciones israelíes.
Pero los israelíes y Netanyahu continúan con esta falsificación. Y los que han conocido la verdad, se quedan callados, no dicen que han sido mal informados.
Esta es nuestra responsabilidad y cada persona es libre de revelar la verdad.
El mismo patrón ocurrió con la UNRWA: los israelíes no proporcionaron ninguna evidencia. Lazzarini, de la ONU, dijo que nunca proporcionaron ninguna evidencia de que algunos funcionarios de la agencia informaran a la resistencia. Pero los occidentales suspendieron directamente su financiación tan pronto como los israelíes lanzaron sus acusaciones.
Mientras tanto, “Israel” masacra, destruye a los palestinos ante las cámaras, pero nadie lo detiene. Nadie le pide cuentas. Y en el mejor de los casos, los americanos y los europeos, a veces nos dicen que el número de muertes es demasiado (irónicamente)…
Debemos hablar alto y claro sobre la injusticia infligida al pueblo palestino.
Desde el 7 de octubre, la Resistencia Palestina ha sido víctima de las peores calumnias, difamaciones y falsificaciones históricas contra cualquier organización de resistencia en nuestra región. Cualquiera que sepa escribir o hablar debe hacerlo para mostrar la verdad. De lo contrario, llegará un punto en el que ya no podrá hablar de la guerra en Gaza, del mismo modo que hablar del Holocausto en Alemania le llevaría a ser encarcelado y acusado de antisemitismo. Harán que el debate sobre la narrativa israelí en Gaza sea criminalizado.
La posición de EEUU: la mayor hipocresía de la historia
Debemos prestar atención a las lecciones de estos acontecimientos para conocer mejor al enemigo, su verdad, sus acciones y su personalidad.
Biden recordó lo que había dicho durante su juventud de que si “Israel” no existiera, había que crearlo.
Hoy es la administración estadounidense la que asume la responsabilidad de esta guerra.
La política de la administración estadounidense sobre lo que está sucediendo en Palestina es la mayor hipocresía de la historia desde el 7 de octubre hasta el día de hoy.
(Con ironía), ¡Blinken, que siente dolor por los niños y las mujeres de Gaza! Biden, quien dice que mataron a demasiados. Qué simpatía. Dicen que están pidiendo a los israelíes que apliquen el derecho internacional y permitan la entrada de ayuda.
Cada día, “Israel” recibe armas. Diariamente se envían fondos, equipos y armas a los israelíes. Hoy, si Biden lo decidiera, la guerra terminaría, le gustara o no a Netanyahu. Todo el poder estadounidense proporciona ayuda a “Israel”.
¿Me van a decir que los líderes árabes, si no hubieran tenido miedo de EEUU, no habrían hecho algo, ni siquiera enviado ayuda? Todo esto es el resultado del sometimiento a EEUU.
Este es EEUU. Los interlocutores estadounidenses prometieron en primer lugar el fin de la batalla en diciembre. Luego, a finales de enero, alrededor del 22 o 23. Luego, en el mes de febrero, fecha en la que deberíamos haber pasado a la 3ª fase.
Pero ahora los israelíes quieren ir a Rafah, donde están reunidas más de un millón de personas… Y Biden habló con Netanyahu, diciéndole que estaba de acuerdo con la ofensiva en Rafah, pero que debían tener cuidado y perdonar a los civiles, y mataron esa noche a 100 mártires haciendo una dramatización sobre la liberación de dos cautivos a quienes habían comprado con dinero.
Les diré algo más: EEUU todavía dice que no está de acuerdo con el alto el fuego en Gaza. Incluso los británicos, según los medios, piden este alto el fuego.
Insisten en la destrucción de Hamas más que “Israel”. ¿Visteis la Guerra de Julio de 2006? Al final, los israelíes estaban cansados, pero los estadounidenses los empujaron a continuar la guerra. Esto está en la memoria de todos los funcionarios estadounidenses.
Entonces, por cada gota de sangre en Gaza, Biden, Blinken y Austin son los principales responsables. Netanyahu, Galant y los demás son herramientas. Aunque hay algunos desacuerdos menores sobre la posición pública, “Israel” es una herramienta de EEUU. Es una creación de EEUU.
El espectro de la expulsión de todos los palestinos
La Operación Inundación de Al-Aqsa ha revelado el verdadero objetivo actual de la mayoría de las fuerzas políticas israelíes, no sólo del Likud y Netanyahu, por el que la mayoría ha estado trabajando durante años, que es la expulsión de los habitantes de Gaza, los habitantes de Cisjordania y incluso a los palestinos de 1948, y hacer de “Israel” un Estado puramente judío para los judíos. De modo que el pueblo de Cisjordania iría a Jordania, el de Gaza a Egipto, y el pueblo de 1948 sería enviado al Líbano. Todo el que habla de cambios demográficos en el Líbano lo sabe.
Por eso Jordania y Egipto están enojados. Pero en el Líbano, ¿quién se rebelará? Los que se preocupan por el Líbano.
Este objetivo se buscó gradualmente, antes. El bloqueo a Gaza tenía como objetivo matar de hambre a los habitantes de Gaza para acabar con ellos lentamente. Esto tuvo repercusiones y los países árabes se levantaron.
Miren todo lo que se habla sobre un Estado palestino: aunque sus fronteras no están definidas y esté desmilitarizado, los israelíes lo han rechazado. Porque no pueden apoyar un Estado palestino en ningún territorio. Ellos son los que quieren un Estado judío puro, desde el río hasta el mar, y esto tendrá un impacto peligroso en Jordania, Egipto y el Líbano, además del pueblo palestino.
Esto significa que todos los países vecinos se enfrentan a un problema importante que requiere una respuesta contundente, porque ya no se trata del retorno de los refugiados palestinos, sino de qué hacer con los nuevos refugiados palestinos. Será necesario prohibir a toda costa los traslados de palestinos.
En cuanto a la opción de la resistencia, debemos reafirmar nuestro apoyo a esta opción. Apoyamos la existencia de un ejército libanés que sea fuerte, pero ¿quién les impide ser fuertes y al menos poder establecer una fuerza de disuasión frente a “Israel”? ¿Quién, Rusia, China, Irán?
Es EEUU, todo el mundo lo sabe. Mantienen a las fuerzas armadas libanesas en un estado de debilidad y dependencia de los estadounidenses.
No estamos pidiendo a los países que disuelvan sus ejércitos. Les estamos diciendo que, siempre que sea posible, adopten la opción de la resistencia popular. Mire a Iraq, aunque EEUU se fue, regresó por la puerta trasera con el pretexto del Daesh, a pesar de que fueron ellos quienes lo crearon. Pero la resistencia allí estableció una ecuación de protección y disuasión, del mismo modo que la resistencia en Gaza y el Líbano destrozó la imagen de disuasión del ejército israelí, y lo que ocurrió en Gaza lo confirmó. La imagen del ejército israelí quedó destrozada el 7 de octubre.
En 1967, el ejército israelí luchó solo contra varios ejércitos árabes, a los que derrotó en seis días, y ocupó vastos territorios árabes: Gaza, el Sinaí, parte de Siria…
Hoy, después de más de cuatro meses, divisiones enteras y brigadas de élite luchan en una zona de 350 kilómetros en un espacio restringido. ¿Quién pelea allí? ¿Un ejército árabe? No, una resistencia humilde, con capacidades modestas, pero que se distingue por la fe, la valentía, la paciencia y la asistencia de Dios y no tiene miedo a la muerte.
Todo lo que digamos o expliquemos será insuficiente para describir la valentía de la legendaria resistencia en Gaza. Hasta ahora, los israelíes admiten que siguen buscando una imagen de victoria. Porque no importa a qué mujeres y niños maten, eso demuestra su cobardía, pero no les da una imagen de victoria…
Este es, por tanto, el resultado operativo de la opción de la resistencia. Por lo tanto, todos debemos adherirnos a la opción de la resistencia en el Líbano y en otros lugares, hoy más que nunca, porque estos logros son el resultado de la resistencia popular.
La mayor sorpresa de la Operación Inundación de Al Aqsa fue que ni los estadounidenses ni los israelíes podrían haber anticipado que los palestinos tendrían el coraje de hacer lo que hicieron ese día. Y la sorpresa también es que no esperaban que la Resistencia abriera un frente de apoyo a Gaza. Lo mismo ocurre con Yemen, que acaba de salir de una guerra asesina y destructiva, pero que apoya a Gaza…
Para que Hamas salga victorioso: perseverancia y resistencia continua
Debemos insistir en el objetivo que nos hemos fijado. Nuestro objetivo colectivo dentro del eje de resistencia sigue siendo que el enemigo debe ser derrotado, para que no pueda alcanzar ninguno de los objetivos que se ha fijado. No lograr los objetivos es la derrota.
Y en segundo lugar, debemos infligir al enemigo tantas pérdidas como sea posible. Ya le han infligido derrotas de carácter estratégico: en la imagen de su ejército, su realidad, sus capacidades, las de los servicios de seguridad, la situación económica y popular: quieren desplazar a los palestinos pero hay desplazamientos en casa.
Gaza debe salir victoriosa, la resistencia debe salir victoriosa y Hamas debe salir victorioso.
Esto no se debe a que subestimemos a las otras facciones de la resistencia sino a que esto es parte de los objetivos del enemigo, los estadounidenses y los israelíes. Para ellos no hay diferencia entre Hamas, el Yihad Islámico u otras facciones.
El camino para lograr este objetivo es la perseverancia de la resistencia en Gaza, la continuación de sus operaciones en Gaza.
La particularidad de la resistencia popular es que no lucha en un combate de prevención, no es un ejército. Se acuerdan de nosotros en el Líbano, en 2006, cuando dije que nuestra misión no es impedirles entrar en esta región de aquí o allí, sino infligirles tantas pérdidas como sea posible, muertos y heridos y psicológicamente, imponerles la derrota y la retirada. Podrían retirarse de Beit Lahia, luego regresar y retirarse nuevamente. Y en Jan Yunis… y en otros lugares.
No es como los ejércitos regulares que colapsan y se van a casa.
Ésta es la ventaja de la fuerza flexible de la resistencia popular.
La legendaria perseverancia de la resistencia, del pueblo palestino y de los frentes de apoyo en Yemen, Siria, Líbano, Iraq e Irán debe continuar a nivel militar, político y logístico.
El mundo islámico debería asumir sus responsabilidades y el pueblo debería hacerlo. Y la presión continua entre personas de todo el mundo en EEUU, Europa, Canadá, Australia y otros lugares. Dios los bendiga. Deben continuar.
El interesado en las negociaciones es Hamas. No interferimos en las negociaciones.
Los hermanos de Hamas nos llaman y les decimos lo mismo todo el tiempo: ustedes están en la mejor posición para conocer sus intereses, sus capacidades, su intención de perseverar, y estamos con ustedes sean cuales sean sus acciones en términos absolutos. Esta posición es también la de la resistencia en Yemen e Iraq.
Un último punto para asegurar el panorama interno libanés. Por enésima vez, nuestra arma no es cambiar el sistema político por la fuerza. Nuestro impacto en el sistema político se produce a través de medios políticos. Nuestro arsenal está destinado a proteger al Líbano y a los libaneses, ya sea que se utilice en territorio libanés para luchar contra “Israel” o contra los takfiris en Siria.
Finalmente, no hay negociación sobre la delimitación de los territorios terrestres porque ya están demarcados. Si se llevan a cabo negociaciones con “Israel”, será únicamente sobre la base de la retirada de las tierras libanesas ocupadas. No es necesario volver a delimitar la frontera, a diferencia de la frontera marítima que tuvo que trazarse.
Source: Al Manar