El presidente sirio, Bashar al-Assad, inició este jueves 21 de septiembre una visita oficial a China, la primera a este país en casi 20 años, con el objetivo de obtener más apoyo financiero de Pekín para la reconstrucción.
La guerra contra Siria ha provocado una destrucción masiva de infraestructuras y ha destruido varios sectores cruciales de la economía, incluido el petróleo, mientras que el gobierno sirio está sujeto a fuertes sanciones occidentales.
China es uno de los aliados del presidente Assad y, en particular, le ha brindado su apoyo en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La última visita de Bashar al-Assad a China fue en 2004 y fue la primera de un líder sirio desde el establecimiento de relaciones diplomáticas con Pekín en 1956.
Assad asistirá el sábado a la ceremonia inaugural de los Juegos Asiáticos en Hangzhou (este), donde el presidente chino, Xi Jinping, se reunirá con otros líderes extranjeros, según la televisión estatal china.
“Esta visita representa una ruptura significativa en el aislamiento diplomático” de Siria, dijo a AFP el politólogo Osama Dannura desde Damasco.
El gobierno de Assad inició un acercamiento con muchos países árabes en 2023, tras años de aislamiento tras la guerra contra su país.
Esta normalización de las relaciones quedó confirmada en mayo con el regreso de Damasco a la Liga Árabe y la participación del presidente sirio en una cumbre en Arabia Saudí.
Al tratar con países como Siria, que Washington busca aislar, “China está rompiendo tabúes occidentales”, dice Dannura.
“China tiene enormes capacidades de reconstrucción y podría completar muy rápidamente las obras de infraestructura”, subraya Dannura.
Source: Agencias (traducido por el sitio de Al Manar en español)