Cientos de estudiantes de secundaria israelíes han anunciado que se negarán a servir en el ejército en protesta contra las políticas de la actual administración de extrema derecha, incluida la controvertida reforma judicial.
Juventud Contra la Dictadura, en una declaración publicada en la escuela secundaria Instituto Hebreo de Herzliya, en el centro de Tel Aviv, también vinculó explícitamente su causa con la oposición a la opresión de los palestinos en toda la Cisjordania ocupada.
“Como mujeres y hombres jóvenes a punto de ser reclutados para el servicio militar israelí, decimos NO a la dictadura en “Israel” y en los Territorios Palestinos Ocupados. Por la presente declaramos que nos negamos a unirnos al ejército hasta que la democracia esté asegurada para todos”, se lee en el comunicado.
Los estudiantes señalaron que la “dictadura” que los palestinos en los territorios ocupados han experimentado “durante décadas” ahora se está extendiendo a otras regiones.
“Los colonos violentos controlan ahora todos los asuntos. Estos no son acontecimientos recientes. Las actitudes y acciones antidemocráticas son esenciales para mantener este régimen de ocupación y supremacía judía. Lo único que ha cambiado es que ahora se ha quitado la máscara. Ante esta realidad decimos ¡NO!”
Si bien ha habido casos anteriores de israelíes que protestaron rechazando el servicio militar, esta es la primera vez que 230 estudiantes coordinaron su negativa a servir como una forma específica de desafiar las políticas del gabinete actual.
El plan de reforma judicial del gabinete de extrema derecha, que algunos denuncian como un “golpe judicial”, busca desposeer al Tribunal Supremo del poder de anular las decisiones de los políticos. También busca dar a los políticos del régimen más voz en el proceso de nombramiento de jueces para el tribunal.
Legislación para impulsar la “limpieza étnica” contra los palestinos
“La declaración establece la conexión entre la reforma judicial y la ocupación. Quienes promueven la reforma en la Knesset son (Simcha) Rotman, (Itamar) Ben-Gvir y (Bezalel) Smotrich, que son colonos”, dijo Ella Greenberg Keidar, de 16 años, refiriéndose a varios funcionarios de extrema derecha que han estado impulsando las políticas controvertidas.
Añadió que la nueva legislación del parlamento israelí estaba permitiendo más construcciones en los territorios ocupados y más actos de “limpieza étnica” contra los palestinos.
“Más allá de criticar a los colonos y los asentamientos, queremos hablar del militarismo de la sociedad que permite tal cosa. Además, la reforma fue diseñada para aumentar la opresión de las mujeres y los inmigrantes”, dijo.
Algunos de los firmantes dijeron que habían planeado negarse a servir incluso antes de que se formara el actual gabinete de extrema derecha, mientras que otros han consolidado su posición en los últimos meses.
Yuval Dag fue la primera persona encarcelada desde que se formó la nueva administración y las protestas comenzaron en enero.
Dag, de 20 años, ya había tomado la decisión de rechazar el servicio militar, pero decidió hacerlo público después de que la nueva administración de extrema derecha llegó al poder.
“A nivel personal, mi actitud ha cambiado: sentí que tenía la obligación de negarme públicamente para presentar una resistencia al contundente discurso fascista”, añadió.
“En el público en general, el eslogan “No seré un soldado de Ben-Gvir” se volvió aceptable, incluso en lugares donde no se hablaba de la ocupación, porque ahora hay un demonio del otro lado”, dijo.
Dag cumplió 64 días en una prisión militar antes de ser liberado. “Fue una experiencia difícil en prisión… Espero que más se nieguen y que sea más aceptable”, dijo.
Los críticos han acusado al primer ministro, Benyamin Netanyahu, de utilizar el plan para permanecer en el poder. Dicen que él, que está siendo juzgado por varios cargos de corrupción, también está intentando utilizar el plan para anular posibles sentencias en su contra.
Las protestas han cobrado impulso desde finales de julio, cuando la Knesset aprobó el primer proyecto de ley del plan de reforma, que restringía la capacidad del Tribunal Supremo para declarar “irrazonables” las decisiones del gabinete.
Anteriormente, se lanzaron varias protestas en el ejército para denunciar las políticas del gabinete de extrema derecha. Más de 10.000 soldados reservistas, incluidos miembros de la unidad de inteligencia de élite 8200 y pilotos de la Fuerza Aérea, han dicho que ya no se presentarán al servicio de forma voluntaria en señal de protesta.
Ex políticos y miembros del establishment de seguridad también han declarado su apoyo al boicot.
El exjefe del Shin Bet, Yuval Diskin, dijo en una manifestación en Tel Aviv en julio que había llegado el momento de “decidir la suspensión del voluntariado en las reservas hasta que se detenga completamente la legislación”.
El ex ministro de Asuntos Militares y Jefe de Estado Mayor Moshe Yaalon también ha dicho que él “habría hecho lo mismo” al comentar sobre los reservistas que interrumpen su servicio.
Source: Press TV (traducido por el sitio de Al Manar en español)