El ministro peruano de Trabajo, Alejandro Salas, advirtió el jueves que habrá una gran convulsión social si la oposición parlamentaria logra vacar (destituir) al presidente Pedro Castillo, lo que sus detractores intentan por tercera vez.
En tal caso, “créanme que la convulsión social sería tan grande que el país sería ingobernable realmente y eso tenemos que evitarlo fortaleciendo la democracia», dijo Salas, uno de los voceros políticos del jefe de Estado.
Un total de 67 congresistas firmaron una moción de vacancia por “permanente incapacidad moral” que será vista mañana por el pleno congresal, el cual decidirá si la admite a debate o la rechaza.
Los promotores de la moción están seguros de contar en el posterior debate de fondo, con los 87 votos (dos tercios del total) necesarios para su aprobación, pero legisladores de izquierda aseguran que la oposición no logrará el propósito de retirar a Castillo del Gobierno, lo que ha intentado en dos ocasiones anteriores.
Salas añadió que el presidente Castillo, ante la presentación de la propuesta de vacarlo, se mantiene tranquilo y añadió que el presidente sabe que tiene que primar el ánimo democrático.
La moción fue presentada en el contexto de una nueva confrontación entre el Gobierno y el Parlamento en torno a la potestad del primero de presentar una cuestión de confianza en torno a una reforma legal.
En esa controversia, el Parlamento desestimó sin debate la moción al estimarla inadmisible, lo que el Gobierno consideró una negación y, como dos rechazos a mociones de ese tipo habilitan al presidente para disolver el Congreso, la mayoría opositora acusa al mandatario de buscar esa extrema medida.
A consecuencia de la interpretación oficial, el presidente aceptó la renuncia del gabinete en pleno y el Congreso aprobó por mayoría abrumadora apelar al Tribunal Constitucional.
La polarización deja poco margen al diálogo, pese a lo cual la nueva primera ministra, Betssy Chávez, invitó por escrito a cada uno de los voceros de las bancadas parlamentarias, a un diálogo de distensión en aras de la gobernabilidad.
La convocatoria encuentra resistencias y fue rechazada por el grupo de derecha extrema Avanza País y por el centro-derechista Alianza para el Progreso.
“Consideramos que hoy más que nunca es importante el diálogo. Ni cierre del Congreso ni vacancia del presidente”, declaró la primera ministra, ratificando que el Gobierno no tiene pensado disolver el Congreso.
Al mismo tiempo, las bancadas progresistas y un legislador centrista presentaron una moción que propone la creación de una comisión especial por la gobernabilidad y el orden constitucional, que busque el diálogo entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Source: PL