El sistema de defensa aérea ruso Buk-M3 es capaz de destruir los misiles HIMARS estadounidenses utilizados en la guerra en Ucrania, a pesar de su agilidad y tamaño pequeño.
El primer envío de sistemas de misiles HIMARS (Sistema de Artillería de Alta Movilidad) de EEUU se entregó en junio a las fuerzas ucranianas, que sufren grandes pérdidas en su lucha contra el ejército ruso en la región del Donbás.
Posteriormente, los medios de comunicación occidentales, basándose en una extensa campaña de propaganda, intentaron presentar estos lanzacohetes como un “factor crucial” para cambiar el equilibrio de poder en el campo de batalla, pero la realidad es otra.
El Ministerio de Defensa ruso anunció el 24 de julio que los sistemas antimisiles Buk-M3 habían interceptado y destruido más de 100 misiles de los HIMARS de fabricación estadounidense en la región ucraniana de Dnipropetrovsk.
Más tarde, se publicaron diversos informes sobre la destrucción de armas enviadas por Occidente a Ucrania, entre las que se encuentran los misiles HIMARS. Conocidos por ser sigilosos y difíciles de interceptar en el cielo, especialmente debido a su pequeño tamaño, alta velocidad y vuelo a baja altitud, los misiles HIMARS sin embargo no lograron evadir los sistemas Buk-M3, capaces de detectar estos cohetes a una distancia de 22 kilómetros y destruirlos en 10 segundos, señaló un oficial de la unidad antiaérea rusa.
Según la compañía de armas rusa Almaz-Antey, el sistema de misiles de defensa aérea Buk-M3 es un Buk-M2 mejorado y es capaz de destruir cualquier tipo de objetivo aéreo a una distancia de 2,5-70 km, a una velocidad de 10.800 km/h y a una altitud de 15 a 35 km.
El 14 de abril de 2018 las fuerzas estadounidenses, británicas y francesas dispararon más de 105 misiles aire-tierra y misiles de crucero contra las provincias de Homs y Damasco y 24 de ellos fueron derribados por el sistema Buk-M2.
Source: Press TV