Amos Heril, periodista del diario israelí Haaretz, ha afirmado que una eventual guerra contra Hezbolá en el Líbano causaría terribles daños humanos y materiales en el norte y centro de Israel y dañaría seriamente las relaciones de Tel Aviv con Rusia.
Si una guerra así estallara, Israel se venía obligado a movilizar sus fuerzas militares y pondría en peligro sus relaciones con Moscú, señala Heril, que recuerda que Hezbolá forma parte de la coalición pro-Assad en Siria a la que también pertenece Rusia.
Equilibrio estratégico
Según él, la guerra podría infligir importantes daños a las dos partes, pero si Israel va demasiado lejos en el uso de la fuerza militar, podría enfrentarse a consecuencias incalculables. Él afirma que la guerra podría causar un número enorme de daños personales y materiales. En este sentido, Haril considera que se ha creado un “equilibrio estratégico” que impide el estallido de una guerra ya que ambas partes son conscientes de la amplitud de los daños que un conflicto provocaría y se alejan progresivamente de la idea de desencadenarlo.
Según Haaretz, este equilibrio estratégico llevará a los políticos israelíes a “pensárselo dos veces” antes de iniciar una guerra contra Hezbolá.
Heril señala que las evaluaciones de Sayyed Hassan Nasralá en el tema de los ataques aéreos israelíes eran correctas y recordó que en Gaza en 2014, Israel fue incapaz de ganar la guerra y de poner fin a los lanzamientos de los misiles de largo alcance de las organizaciones de resistencia palestina contra la entidad sionista desde Gaza. Él añade que Gaza es un territorio mucho más pequeño que el Líbano y que la potencia balística de Hezbolá es mucho mayor que la de Hamas.
Dimona, “una peligrosa arma estratégica para Hezbolá”
Por su parte, el periódico Yediot Aharonot se refiere a “fuentes de los servicios de la información occidentales” que evocan “una poderosa arma estratégica” que la Resistencia libanesa “podría emplear contra Israel”. El diario recuerda que el secretario general de Hezbolá llamó a hace dos días a “Israel a desmantelar su central nuclear de Dimona”, del mismo modo que buscaba desmantelar “sus reservas de amoniaco” instaladas en Haifa para enviarlas al sur de la entidad sionista. Sin embargo, Israel es incapaz de desmantelar la central.
Nasralá, cuya sinceridad es reconocida por los propios israelíes, ha prometido que Israel se llevará “grandes sorpresas” si llega a atacar el Líbano. El secretario general de Hezbolá afirmó que su movimiento podía “transforma la amenaza nuclear israelí contra los otros países” en una “amenaza para el propio Israel”.
Según los expertos, un ataque con misiles contra la central nuclear de Dimona causaría terribles daños al reactor y podría liberar una enorme ola de contaminación radiactiva mortal, hecho éste que se multiplicaría por el reducido tamaño de la entidad sionista.
Source: Haaretz