El bloque parlamentario Lealtad a la Resistencia y el Frente de Acción Islámica reclamaron este jueves la conformación del gobierno en Líbano para afrontar con responsabilidad las consecuencias de la crisis monetaria, financiera y económica.
La agrupación de diputados insistió en la necesidad de la designación del gabinete para impulsar en el país, la aprobación del plan de recuperación, la estabilidad del tipo de cambio de la moneda nacional, así como la reanudación del estudio del presupuesto y la organización de las transferencias financieras dentro de los controles prácticos legales.
Igualmente, los parlamentarios plantearon el seguimiento a la restauración de los fondos transferidos al exterior, la aplicación de las reformas requeridas para el sistema bancario y la instalación de reglas de garantes en beneficio del dinero de los depositantes.
El bloque de legisladores llamó al Ministerio de Economía a movilizar más los esfuerzos de planificación y seguimiento, para terminar con la llamada crisis del pan y poner fin a los monopolistas, contrabandistas y aquellos involucrados en la manipulación del sustento de los ciudadanos.
Por su parte, el Frente de Acción Islámica pidió la formación de un gobierno de unidad nacional y rescate que sea comprensivo y homogéneo, capaz de hacer frente al colapso del país.
Defendieron la soberanía de Líbano, la unidad del pueblo y las instituciones para extraer sus recursos hídricos y terrestres; y en ese sentido, rechazaron las ambiciones de Israel por apoderarse del petróleo y gas en la frontera sur.
Ayer, el recién reelecto primer ministro, Najib Miqati, presentó al presidente de la República, Michel Aoun, los resultados de las dos jornadas de consultas con los bloques y diputados miembros del Parlamento para la designación del gabinete ministerial.
Líbano reconoce 18 confesiones de fe y el pacto nacional para la independencia de Francia en 1943 estableció que el presidente de la República debe ser cristiano maronita, el primer ministro musulmán sunní y el titular del parlamento chií, y así sucesivamente con los otros cargos.
Sin embargo, el acuerdo de Taif de 1989, que puso fin a la guerra civil libanesa (1975-1990), estableció una fórmula de reparto del poder basada en cuotas que otorga a cada una de las grandes comunidades religiosas (musulmana y cristiana) 64 puestos en el Parlamento.
De acuerdo con cifras de entidades especializadas de Naciones Unidas, 2,2 millones de personas en Líbano requieren apoyo urgente para asegurar el acceso a alimentos y otras necesidades básicas hasta fin de año, un aumento del 46 por ciento en comparación con el año pasado.
Source: PL