El martes 18 de enero, el rey de Marruecos, Mohammed VI, invitó a varios embajadores al Palacio Real de Rabat para presentar sus cartas credenciales. David Govrin, director designado de la oficina de enlace israelí en Rabat en agosto pasado, estuvo ausente.
En una conferencia de prensa el jueves, un reportero preguntó al portavoz del gobierno marroquí, Mustapha Baitass, por qué Govrin se perdió el evento.
“En cuanto al tema de los embajadores, nuestro país acata la Convención de Viena, que controla todos los protocolos relacionados con esta materia”, dijo Baitass a periodistas, sin comentar más al respecto, respuesta que no convenció.
De hecho, el título oficial y el papel de Govrin en Marruecos siguen sin estar claros. Cambió su estado de Twitter a embajador oficial de Tel Aviv en Rabat en octubre pasado, pero el Ministerio de Relaciones Exteriores de Marruecos se negó a comentar el asunto.
La prensa especializada estima que la reticencia de Rabat sobre el estatus de Govrin probablemente se deba a la indecisión de la administración Biden sobre el reconocimiento por parte de EEUU de la “soberanía” de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, dijo a New Arab un politólogo que pidió permanecer en el anonimato.
Marruecos firmó los Acuerdos de Abraham para normalizar las relaciones con “Israel” en diciembre de 2020, el último mes de la presidencia estadounidense de Donald Trump, a cambio del reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
“Mientras la administración Biden siga dudando en expresar el reconocimiento (de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental) y construir el consulado prometido en Dakhla, Marruecos no irá más allá en la normalización ni dirá más sobre la posición real de Govrin”, dijo el politólogo.
Lo que quiere decir que esta normalización fue desde el principio un mercado y, al no haber cumplido EEUU su parte, Marruecos ya no ve ningún interés en esto.
Según el diario online Raï al-Youm, los observadores creen que este enfriamiento de las relaciones, que suscita temor en “Israel”, tiene su origen en el enfado de Marruecos por determinados temas, en particular el Sáhara Occidental.
“La semana pasada, el rey de Marruecos recibió en Rabat a varios nuevos embajadores extranjeros para presentarle sus cartas credenciales, embajadores de decenas de países, entre ellos Emiratos Árabes Unidos, el Sultanato de Omán, Chile, Noruega, Gran Bretaña, Egipto, Jordania, Bélgica, Senegal, India y Kazajistán. El rey de Marruecos no recibió al diplomático israelí David Govrin, director designado de la oficina de enlace israelí en Rabat”, dijo el diario.
Sabiendo que “Israel” no ha aclarado su posición sobre el Sáhara Occidental, los círculos políticos no han descartado el deterioro de las relaciones israelo-marroquíes.
Rabat dice que no comprende la renuencia de “Israel” a reconocer el carácter marroquí del Sáhara Occidental.
El comportamiento de David Govrin sorprendió a los marroquíes cuando dijo el pasado mes de octubre a una agencia española de noticias que “Israel” no estaba implicado en el conflicto del Sáhara Occidental y que estaba satisfecho con la postura de Naciones Unidas.
El lobby sionista en EEUU tampoco desempeñó un papel destacado en el apoyo a la reivindicación marroquí. Desde la llegada al poder de los demócratas, los intereses de Marruecos han sido ignorados. El Congreso americano ha votado en contra de los acuerdos de venta de armas a Marruecos y el Departamento de Estado estadounidense ha adoptado una posición ambigua sobre la cuestión del Sáhara Occidental.
Ministro israelí: “Los acuerdos de normalización no durarán mucho”
Por su parte, Eli Avidar, ministro de planificación estratégica del gobierno israelí, dijo que los acuerdos de normalización firmados entre “Israel” y los países árabes, incluido Marruecos, podrían cancelarse en cualquier momento porque no están construidos sobre “cimientos sólidos”.
Tras la ola de críticas en varios países árabes a los acuerdos de normalización firmados recientemente entre “Israel” y cuatro países de la región, incluido Marruecos, algunos políticos israelíes han comenzado a cuestionar su viabilidad.
Source: Press TV