La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que después del síndrome de Vietnam, EEUU se enfrenta ahora al síndrome de Afganistán al comprobar que sus intervenciones militares no conducen a ninguna parte.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo el viernes (20 de agosto) que la intervención militar estadounidense en otros países no conduce a ninguna parte.
“Del “síndrome de Vietnam” del siglo pasado al “síndrome de Afganistán” del siglo actual. Estas son las consecuencias de las intervenciones de EEUU, que busca cambiar otras naciones a su gusto”, dijo Hua Chunying.
Hua Chunying señaló que casi todas las intervenciones militares estadounidenses en el mundo en desarrollo han fracasado en última instancia; desde Vietnam, Laos y Camboya, en el Sudeste Asiático, hasta Iraq, Siria y Libia, en Oriente Medio, y lo mismo en América Latina, África o Afganistán en la actualidad.
“Menos del dos por ciento del gasto estadounidense en Afganistán se dedicó a la infraestructura básica y la reducción de la pobreza”, señaló, estimando que EEUU debería mejor trabajar con otros países para invertir en agua potable, saneamiento, construcción de escuelas y clínicas, agricultura y otros programas.
La diplomática china agregó, sin embargo, que el liderazgo estadounidense había enfatizado a sus ciudadanos que no iba a gastar dinero en asuntos triviales. “La clase política estadounidense y los medios de comunicación han insultado a estas naciones e intervenido sin descanso en ellas. La guerra, los crímenes y el desplazamiento forzado son las únicas cosas que los estadounidenses han dejado atrás”.
“A pesar de su superioridad militar, las intervenciones estadounidenses en otros países fracasarán de todos modos”, dijo, y enfatizó que la pregunta principal es qué demanda la gente.
Continuó diciendo que los hechos han demostrado una y otra vez que las intervenciones militares no llevan a ninguna parte y que el uso del poder por parte de los militares solo crea más problemas. Una copia de la democracia estadounidense también es difícil de aplicar en un país con grandes diferencias históricas, culturales y nacionales. Por tanto, está condenada al fracaso.
“En nuestra opinión, el criterio clave es si un país puede satisfacer las expectativas, necesidades y aspiraciones de su gente”, dijo. “En este sentido, la democracia china es la democracia del pueblo y la democracia estadounidense es la democracia del dinero”.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China explicó: “La forma suprema de democracia estadounidense se traduce en “una persona, un voto”’, lo cual es muy miope. Las elecciones en EEUU, que son manipuladas por los intereses de los grupos económicos, se basan en el dinero, lo que significa que si no hay dinero, no hay votos. A diferencia del Partido Comunista Chino, que antepone los intereses del país y del pueblo, en EEUU los políticos buscan el voto por sus intereses personales o de los grupos económicos dominantes”.
“Mientras decenas de miles de estadounidenses luchan contra el coronavirus, los dos partidos se atacan brutalmente entre sí y anteponen sus intereses a la vida y la salud de la gente. Ni siquiera la muerte de 600.000 estadounidenses ha despertado su conciencia ni su sentido de responsabilidad”.
“La democracia debe ser tangible, no solo consignas vacías. La democracia no debe convertirse en un opio que engañe o deje indiferente a la gente y no debe ser usada como excusa para acusar y atacar a ciertos países”, dijo la diplomática china.
“Formar grupos opositores en nombre de la democracia e interferir gravemente en los asuntos internos de otros países e incluso reprimir arbitrariamente el desarrollo normal y los derechos legítimos de los pueblos de otros países es más antidemocrático que cualquier otra cosa. Es autoritarismo, hegemonía y totalitarismo”, concluyó.
Source: Press TV