En su última represión generalizada, el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, ordenó el arresto de al menos 207 empleados de diferentes ministerios con el pretexto de luchar contra la corrupción.
El anuncio llegó el lunes de la llamada Comisión Nacional Anticorrupción del reino, conocida como “Nazaha”, que depende directamente de Bin Salman y es conocida por silenciar a sus críticos.
No está exactamente claro cuándo se realizaron los nuevos arrestos y las autoridades saudíes no han revelado los nombres de los arrestados.
Las purgas por motivos políticos del aparente heredero saudí, que comenzaron en 2017, lo han ayudado a consolidar el poder, dejar de lado a posibles rivales, silenciar a los críticos y eliminar las disidencias dentro de la familia real.
Mohammad bin Salman, conocido popularmente por sus iniciales MBS, está acusado de acumular una enorme riqueza, extraída del erario público, lo que ha llevado a muchos funcionarios judiciales a quejarse de una corrupción desenfrenada y el despilfarro de fondos públicos. A su vez, los denunciantes han sido silenciados con fuerza.
Nazaha, en un comunicado el lunes, dijo que más de 460 personas fueron investigadas en la última ronda, de las cuales 207 fueron detenidas por “acusaciones de corrupción, abuso de autoridad y fraude”.
Los acusados, que pertenecen a las fuerzas militares y a una variedad de ministerios, incluidos los de Defensa, Interior, Salud y Justicia, serán remitidos a la fiscalía, dijo.
Los observadores han señalado durante mucho tiempo la ejecución extrajudicial de disidentes en el reino, a quienes se les niegan juicios justos o incluso la oportunidad de contratar abogados para defender su caso.
En abril de este año, Nazaha dijo que 176 personas de todo el sector público habían sido arrestadas de manera similar.
Serie de purgas
Bin Salman, quien se convirtió en el príncipe heredero de Arabia Saudí en junio de 2017, ha tomado medidas extremas para asegurar su poder y marginar a todos sus posibles rivales políticos dentro y fuera de la familia real.
Ha habido al menos cinco purgas importantes en el reino desde que el príncipe subió al poder. Ha ordenado el arresto de destacados académicos, empresarios, clérigos, miembros de la realeza, mujeres activistas y abogados pro derechos humanos, y el despido de altos funcionarios del régimen.
El objetivo ha sido transformar completamente el sistema político saudí en un sistema más centralizado en el que el poder se concentra total y exclusivamente en manos de Bin Salman.
La serie de purgas comenzó en noviembre de 2017, cinco meses después de asumir el poder, cuando Bin Salman apuntó a más de 300 príncipes, figuras públicas y empresarios saudíes.
La policía saudí, por orden de Bin Salman, arrestó a las figuras más influyentes del país —11 príncipes— y las mantuvo incomunicadas en el lujoso hotel Ritz-Carlton de Riad durante meses.
Si bien los arrestos arbitrarios se anunciaron como parte de una campaña anticorrupción, el motivo real era marginar y silenciar a los rivales potenciales para reforzar su propio poder.
Source: Press TV