Los libaneses presenciaron el miércoles y jueves (12 al 13 de julio de 2006) una larga noche de bombardeos israelíes, con la ocupación imponiendo un bloqueo aéreo y marítimo en el país.
La ocupación israelí intensificó el jueves su agresión contra el Líbano, atacando infraestructura e instalaciones vitales en todo el país.
Aviones de combate israelíes atacaron la carretera Beirut-Damasco, cerrando la arteria principal del Líbano y aislando aún más al país del mundo exterior.
El Aeropuerto Internacional de Beirut fue bombardeado por aviones de combate israelíes, que también atacaron la base aérea de Rayak en el Valle de Bekaa, cerca de la frontera con Siria.
Los ataques israelíes tuvieron como objetivo un puesto de control militar perteneciente al Ejército libanés en Sidón, así como el puente Al Auwali que une el sur del Líbano con la capital, Beirut.
La ocupación israelí amenazó con atacar Beirut y su suburbio del sur (Dahiyeh), y pidió a los residentes de Dahiyeh que evacuaran el área.
El movimiento de Resistencia de Hezbolá respondió a la agresión y las amenazas israelíes con un ataque a Haifa y la región circundante.
En cuanto a la represalia de Hezbolá, la Resistencia libanesa amplió la gama de misiles y cohetes disparados contra los territorios ocupados.
Los combatientes de Hezbolá dispararon cohetes Katiusha contra asentamientos y puestos israelíes en el monte Hermón. La ciudad de Safad fue alcanzada por cohetes por primera vez en 33 años.
Hezbolá presentó un nuevo misil: Raad-1, que golpeó repetidamente la base aérea israelí en el Monte Meron.
El presidente libanés Nabih Berri recibió a varios embajadores extranjeros que estaban entregando mensajes amenazantes a la Resistencia.
El asesor político del secretario general de Hezbolá, Hussein Al Jalil, mantuvo una reunión con el entonces primer ministro Saad Hariri, y destacó que la Resistencia no se rendiría y no guardaría silencio ante las amenazas israelíes.
Source: Sitio de Al Manar en Inglés