Los Emiratos Árabes Unidos han suministrado baterías antimisiles y drones a las fuerzas de Jalifa Haftar. El reciente despliegue de misiles turcos y las baterías antimisiles de Haftar también apuntan a que la guerra continuará y se extenderá en Libia.
Un año después del inicio de la ofensiva de los combatientes del Ejército Nacional Libio, liderado por el general Jalifa Haftar, contra la capital libia, Trípoli, y su fracaso en tomar la ciudad, el conflicto ahora ha entrado en una nueva fase.
Desde el derrocamiento de Muammar Gadafi en 2011, Libia se ha dividido en dos estados paralelos, uno en el oeste y el otro en el este: un Gobierno del Acuerdo Nacional dirigido por Fayez al Sarray en Trípoli (oeste del país), reconocido por las Naciones Unidas y apoyado por Turquía, y el de Tobruk, en el este del país, dirigido por el mariscal Jalifa Haftar.
El gobierno de Fayez al Sarray, en el oeste de Libia, cuenta con el apoyo militar de Turquía. Gracias a este ultimo, incluidos los recientes drones proporcionados por Ankara, el gobierno de Trípoli ha lanzado diversos ataques contra el Ejército Nacional Libio de Haftar.
Según las fuentes, los Emiratos Árabes Unidos están firmemente decididos a apoyar al general Haftar y neutralizar la influencia de Turquía en el país. Parte de este apoyo ha venido en forma de drones que han llevado a cabo ataques contra Trípoli.
El 4 de abril de 2019, las fuerzas de Haftar lanzaron una ofensiva contra Trípoli. Él cuenta con el apoyo financiero y militar de los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Rusia, pero debido a la feroz resistencia y los contraataques del Gobierno del Acuerdo Nacional, las fuerzas de Haftar aún no han podido penetrar en la ciudad.
Source: Press TV (traducido por el sitio de Al Manar en español)