Acompañado por John Bolton, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, el presidente de EEUU, Donald Trump, llegó a Iraq el jueves para una visita inesperada. El “aterrizaje” del presidente estadounidense en Al Anbar, donde EEUU tiene una presencia militar cada vez más polémica y creciente, provocó la ira de los responsables iraquíes.
El primer ministro, Adel Abdul Mahdi rechazó cualquier reunión con Donald Trump. Otros responsables iraquíes lo imitaron. Por lo tanto, el presidente de EEUU ha sido ampliamente boicoteado en Iraq, donde fue tratado como representante de una potencia ocupante. Reacciones extremadamente hostiles a esta visita aún se suceden.
Donald Trump, quien fue a la base aérea de Ain al Asad en la provincia de Anbar, en el oeste de Iraq, se reunió allí con los soldados estadounidenses y dejó en claro que no estaba planeando retirar las tropas norteamericanas de Iraq, sino que estaba planeando usar ese país como “base” si “queremos hacer algo” en Siria.
Más adelante en sus comentarios, el presidente de EEUU se refirió a la retirada de las fuerzas estadounidenses de Siria, diciendo que no era el deber de EEUU reconstruir los países (incluso si los había destruido anteriormente) y que esta tarea correspondía a los países ricos de la región, refiriéndose a Arabia Saudí que, según él, habría “aceptado hacerse cargo de esta reconstrucción financieramente”, un comentario considerado injerencista porque tal hecho no cuenta con el visto bueno del gobierno sirio.
“El Daesh ha sido derrotado y el califa se ha ido y si es necesario llevar a cabo una operación en Siria, esta operación se iniciará desde la base militar estadounidense en Iraq”, dijo Trump.
Trump y su esposa se quedaron en Iraq solo durante tres horas, tiempo durante las cuales no abandonaron la base de Al Anbar, donde están estacionados unos 7.000 soldados estadounidenses. Importantes fuerzas de la Resistencia iraquí están también desplegadas en la provincia.
La visita del presidente de EEUU a Iraq se produce en medio de un aumento sin precedentes en el sentimiento anti-estadounidense en Iraq, donde el Parlamento se está preparando para aprobar un proyecto de ley que estipula la retirada de las tropas norteamericanas de Iraq.
Source: Agencias