Una ola de violencia perpetrada por colonos extremistas tuvo como objetivo pueblos palestinos y lugares sagrados en la Cisjordania ocupada y Jerusalén entre el miércoles y el jueves, en una serie de ataques cada vez más violentos.
En la localidad de Deir Istiya, al noroeste de Salfit, una horda de colonos incendió la mezquita Hajjah Hamida al amanecer del jueves. Fuentes locales informaron que los atacantes vertieron un líquido inflamable en la entrada antes de prender fuego y pintaron con aerosol insultos racistas y antiárabes en las paredes. La rápida intervención de los residentes locales impidió que el fuego destruyera toda la estructura.
Mientras tanto, al norte de Ramalá, la localidad de Sinjil fue atacada por colonos armados. Según el municipio de Sinjil, los colonos abrieron fuego contra miembros del comité de guardia local, hiriendo a un joven en el pie. El municipio describió el ataque como parte de una creciente ola de violencia de colonos, respaldada por el ejército de ocupación israelí, cuyo objetivo es imponer un nuevo hecho consumado sobre el terreno.
En la Jerusalén ocupada, decenas de colonos profanaron el miércoles el recinto de la Mezquita de Al-Aqsa bajo una fuerte protección policial. El medio Al-Qastal informó que al menos 154 colonos entraron por la Puerta de Maghariba, y algunos realizaron rituales talmúdicos en la zona este tras recibir charlas de rabinos.
Durante las provocaciones, la policía de ocupación israelí impuso severas restricciones al acceso de los fieles musulmanes, impidiendo que muchos llegaran al lugar sagrado.
Source: Diversas



