El poder judicial iraní anunció la ejecución de Bahman Chobi Asl, uno de los espías más destacados de la entidad sionista en Irán, esta mañana de lunes, tras los procedimientos legales y la ratificación de la sentencia por parte del Tribunal Supremo del país.
El sitio web del poder judicial informó que este agente era experto en bases de datos y que, gracias a su puesto en una empresa iraní de conocimiento, pudo acceder a proyectos de comunicación sensibles y obtener acceso a bases de datos gubernamentales del país.
Tras obtener su título de especialización en bases de datos, Jobi Asal fue contactado por agentes del Mossad mientras asistía a un curso de formación especializado en un país del Golfo.
Poco después, un oficial del Mossad lo contactó a través de una empresa falsa llamada “ESMI” y lo invitó por teléfono a colaborar en proyectos relacionados con bases de datos.
Posteriormente, se le pidió que viajara a Armenia con el pretexto de llevar a cabo negociaciones técnicas para discutir los términos de la cooperación. Sin embargo, el destino se cambió posteriormente a la India y le pidieron que llevara su portátil. Según sus confesiones, se llevó a la India el ordenador que utilizaba para implementar sus proyectos.
Durante este viaje, el director de la empresa fantasma (un agente del Mossad) lo interrogó, recopiló información y evaluó su experiencia técnica y su acceso a información sensible. También cubrió todos sus gastos de viaje, le ofreció una recompensa económica y le asignó una misión para asistir a cursos de formación técnica para mejorar sus capacidades personales y profesionales.
En este contexto, el agente del Mossad lo invitó a Irlanda, donde el convicto pasó aproximadamente 45 días asistiendo a cursos de formación especializados. Durante este período, conoció a una persona que hablaba persa con fluidez, quien, tras pagar el curso y el alojamiento, le realizó repetidas entrevistas de inteligencia, interrogándolo sobre su especialización y proyectos sensibles, así como sobre el funcionamiento de los centros de bases de datos en Irán.
El objetivo principal del Mossad al reclutar al convicto era obtener e infiltrarse en bases de datos de agencias gubernamentales, junto con otros objetivos secundarios, como, por ejemplo, estudiar métodos para la importación de equipos electrónicos.
En su confesión, el convicto declaró que «el oficial del Mossad le dijo que era capaz de vender equipos a Irán» y le pidió que hablara con el director ejecutivo de su empresa para obtener el equipo necesario a través de ellos o para ponerlos en contacto con una empresa especializada en hardware y equipos. Entre las tácticas de sabotaje empleadas por el Mossad se encuentran contactar a personas y empresas del sector tecnológico para luego venderles o suministrarles equipos defectuosos o con trampas explosivas, que posteriormente se instalan en los departamentos técnicos afectados, interrumpiendo así el flujo de trabajo en dichos departamentos.
Según los documentos del caso, la confianza de los oficiales del Mossad en el convicto era tal que no solo se reunieron con él en lugares seguros, sino que también lo utilizaron como entrevistador técnico para evaluar a uno de sus otros agentes.
El expediente también indica que, durante uno de sus viajes, se reunió con un alto funcionario del Mossad, quien expresó su satisfacción con el desempeño del convicto y la calidad de su cooperación con la agencia. Como resultado, se le proporcionó la última versión de Windows Red.
Según informes de seguridad, los sistemas que el agente recibió del Mossad se encontraban entre las herramientas más privadas que la agencia proporciona a sus clientes de confianza de alto nivel. Durante su tiempo en el Mossad, el agente obtuvo varias versiones de este sistema, desde versiones antiguas hasta las más recientes.
Cabe destacar que, tras su arresto y la conclusión de las investigaciones, la Fiscalía emitió una orden de remisión y solicitó una condena por los cargos de espionaje para una agencia de inteligencia extranjera contra la República Islámica de Irán, junto con el cargo adicional de recibir fondos y proporcionar asistencia de inteligencia a la entidad sionista. El caso fue remitido al tribunal competente.
Finalmente, tras una sesión de juicio en presencia del abogado del acusado, completados los procedimientos legales y examinadas las pruebas, se dictó la sentencia de muerte por el cargo de “propagar la corrupción en la Tierra” mediante la cooperación de inteligencia con la entidad ocupante.
Tras la presentación del recurso de apelación, el caso fue remitido al Tribunal Supremo, que lo revisó, rechazó el recurso y confirmó la sentencia, convirtiéndola en definitiva.
Source: Medios iraníes