El S-500 “Prometheus” es el sistema de misiles tierra-aire de última generación de Rusia, diseñado para interceptar una amplia gama de amenazas avanzadas, incluyendo misiles balísticos intercontinentales, armas hipersónicas y aviones furtivos como el F-35.
Con un alcance reportado de hasta 600 km y la capacidad de alcanzar objetivos en el espacio cercano, el S-500 constituye el nivel superior de la red integrada de defensa aérea de Rusia, operando junto con los S-400 y S-300.
Si bien sus capacidades completas aún no se han probado en combate y son objeto de gran publicidad rusa, el sistema representa un avance significativo en la tecnología de defensa aérea y de misiles, lo que representa un desafío formidable para el poder aéreo occidental.
S-500 “Prometheus”: Un vistazo al sistema de defensa aérea ruso “Asesino de B-2 y F-35”
El S-500 “Prometheus” (nombre ruso: Triumfator-M) es la última generación del sistema de misiles tierra-aire ruso. El sistema se describe como una versión avanzada del S-400, encargado de interceptar misiles balísticos intercontinentales (ICBM), sistemas de alerta temprana y control aerotransportado y de interferir aeronaves.
Además, fuentes rusas afirman que el S-500 es capaz de derribar aviones furtivos como el F-35 y el bombardero B-2, lo que, de ser cierto, lo convertiría en uno de los sistemas de defensa aérea más potentes actualmente en uso.
Diseño y desarrollo del S-500
El desarrollo del S-500 comenzó a principios de la década de 2010 como parte de la iniciativa más amplia de Rusia para modernizar sus capacidades de defensa aérea.
El objetivo era crear un sistema capaz de interceptar amenazas de nueva generación, incluyendo vehículos de planeo hipersónicos y ICBM. Aunque los planes iniciales apuntaban a su despliegue en 2014, los retrasos demoraron el primer despliegue operativo hasta 2021, y la producción a gran escala y un despliegue más amplio continuaron hasta mediados de la década de 2020. En cuanto a sus especificaciones técnicas, el S-500 cuenta con un alcance operativo de hasta 600 kilómetros para objetivos aéreos y puede interceptar amenazas a altitudes de hasta 200 kilómetros, extendiéndose hasta el espacio cercano. Sus interceptores son capaces de alcanzar objetivos que vuelan a velocidades de hasta Mach 20. El sistema emplea diversos misiles, incluyendo los 77N6-N y 77N6-N1 para funciones antibalísticas, y el 40N6M para ataques tierra-aire de largo alcance.
Estos se apoyan en un sofisticado conjunto de radares que incluye el radar de adquisición 91N6A(M), el radar de seguimiento de objetivos 96L6-TsP y los radares de ataque 76T6 y 77T6. Todos ellos proporcionan una cobertura de 360 grados y pueden rastrear múltiples objetivos balísticos simultáneamente.
Una de las características que define al S-500 es su capacidad de defensa multicapa. Está diseñado para operar en conjunto con otros sistemas como el S-400, el S-300 y el A-235 Nudol, formando una red de defensa integral de varios niveles.
Esta integración le permite cubrir la brecha entre la defensa aérea táctica y la defensa estratégica contra misiles. Otra capacidad destacada es su supuesta capacidad para interceptar armas hipersónicas, que viajan a velocidades superiores a Mach 5 y son notoriamente difíciles de rastrear y destruir. Además, se dice que el S-500 es capaz de neutralizar satélites en órbita terrestre baja, lo que le otorga una dimensión de guerra espacial que pocos otros sistemas poseen.
¿Puede el S-500 derribar cazas furtivos?
Además, Rusia afirma que el S-500 es capaz de detectar y derribar sistemas furtivos como el F-35 o el bombardero B-2. Si bien los sistemas furtivos del F-35 y el B-2 son sofisticados, no son las armas invulnerables que algunos creen. Un ejemplo de ello es que, según un artículo de The War Zone de mayo de 2025, los huzíes yemeníes lograron detectar y disparar un misil tierra-aire contra un F-35 durante la Operación Rough Rider.
Aunque el caza no fue alcanzado y regresó sano y salvo a su base, los huzíes, con su anticuada defensa aérea, pudieron dispararle.
Imaginemos a los huzíes, pero con radares mucho más sofisticados y misiles de mayor alcance, más rápidos y precisos. Esto ofrece una ligera aproximación de las capacidades del S-500. Si bien aún no ha tenido la oportunidad de demostrar su valía contra objetivos furtivos, el S-500 sigue representando una amenaza real y tangible para el poder aéreo de la OTAN.
Integración en la infraestructura de defensa antimisiles rusa
La primera unidad del S-500 entró en servicio en las Fuerzas Aeroespaciales Rusas en octubre de 2021, estacionada en los alrededores de Moscú para proteger infraestructuras críticas y centros de mando. A partir de 2025, el despliegue se expandirá a otras regiones estratégicas, con planes para integrarlo en el escudo antimisiles nacional de Rusia.
Este despliegue mejora la capacidad de Rusia para disuadir y defenderse de amenazas de alto nivel, como aeronaves de la OTAN, misiles hipersónicos estadounidenses y ataques con misiles balísticos. El despliegue del sistema también señala un cambio hacia sistemas de defensa integrados en el espacio, lo que refleja la naturaleza cambiante de la guerra moderna.
Si bien no se han confirmado exportaciones, países como India y China han expresado interés en adquirir el S-500. Sin embargo, debido a su valor estratégico, Rusia podría limitar su disponibilidad a compradores extranjeros. El costo estimado por unidad oscila entre 700 y 2.500 millones de dólares, dependiendo de la configuración.
Actualmente, Rusia sigue priorizando el desarrollo y el despliegue del sistema.
¿Uno de los mejores sistemas de defensa aérea del mundo?
Comparado con los sistemas de defensa aérea occidentales avanzados, el S-500 aún destaca. Por ejemplo, el sistema THAAD estadounidense tiene un alcance máximo de unos 200 kilómetros y no está diseñado para interceptar amenazas hipersónicas. El sistema de defensa antimisiles balísticos Aegis, si bien es capaz de interceptar algunas amenazas espaciales, carece de la movilidad y la sofisticación del radar integrado del S-500. El S-400, aunque altamente capaz, no iguala el alcance, la altitud ni la versatilidad del S-500. Si bien el S-500 aún no se ha probado completamente, al menos en teoría, sus capacidades superan a las de la competencia.
Actualmente, Rusia planea integrar el S-500 con el próximo sistema S-550, que se espera se centre más en las amenazas espaciales. Juntos, estos sistemas formarán la columna vertebral de la red de defensa aeroespacial de próxima generación de Rusia.
También se está considerando una variante naval del S-500 para su despliegue en futuros buques de guerra, lo que podría ampliar su alcance a los dominios marítimos y mejorar las capacidades de defensa de Rusia en alta mar.
Source: Diversas