Una investigación interna realizada por el ejército de ocupación israelí reveló un fracaso masivo en la defensa del asentamiento de Kfar Aza durante la Operación Inundación de Al-Aqsa de la resistencia palestina el 7 de octubre de 2023. El ataque resultó en 62 muertos, 18 heridos y la captura de 19 colonos sionistas.
El informe destacó graves problemas de coordinación y comunicación entre las fuerzas de ocupación israelíes enviadas al asentamiento, lo que provocó dudas a la hora de enfrentarse a los 250 combatientes palestinos implicados en el asalto.
Según los resultados, seis miembros de las Brigadas Al-Qassam lograron infiltrarse en el centro del asentamiento de Kfar Aza utilizando parapentes motorizados sin ser detectados. El ejército de ocupación israelí solo recuperó el control del asentamiento a la mañana siguiente, después de que los combatientes palestinos ya se hubieran retirado a Gaza.
Además, los ataques aéreos israelíes cerca de Kfar Aza no habrían tenido un impacto significativo en el resultado de la batalla.
Una década de fracaso militar
El Canal 14 israelí describió las conclusiones de la investigación como apenas la “punta del iceberg” de lo que llamó un fracaso militar abrumador. El canal informó que sólo el 10% de la lista completa de fracasos había sido revelada al público, y que el resto era demasiado impactante para revelarlo.
El informe señaló además que este fracaso no se limitaba a los acontecimientos del 7 de octubre, sino que se había ido construyendo a lo largo de la última década y se había arraigado profundamente en el estamento militar israelí.
La Dirección de Inteligencia Militar de la ocupación (Aman) admitió que, incluso después de extensas investigaciones, todavía carece de un conocimiento completo de las facciones armadas en Gaza. Altos funcionarios de inteligencia reconocieron que el ejército entró en la guerra en el sur sin un conocimiento completo de su adversario, una realidad alarmante que explica por qué Hamas sigue operativo.
Colapso total de la seguridad
La investigación del ejército sionista concluyó con un claro reconocimiento de su “fracaso total” a la hora de impedir el ataque del 7 de octubre a los asentamientos cerca de Gaza.
En un resumen oficial compartido con los medios de comunicación, el ejército de ocupación admitió haber incumplido su deber fundamental de proteger a los colonos israelíes. El informe afirma que la División de Gaza del ejército se vio abrumada en las primeras horas del ataque, lo que permitió a las facciones de la resistencia palestina establecer el control sobre el terreno.
Un alto funcionario militar israelí admitió que el ejército había estado “excesivamente confiado” y subestimó gravemente las capacidades de Hamas antes del ataque.
La investigación detalló que el asalto se ejecutó en tres oleadas, en las que participaron aproximadamente 5.000 combatientes. La primera oleada consistió en más de 1.000 comandos de élite de Hamas que se infiltraron bajo una fuerte cobertura de artillería. La segunda oleada involucró a 2.000 combatientes, seguida de una tercera oleada de cientos de combatientes acompañados de miles de civiles.
Los colonos rechazan la investigación: “Nos dejaron morir”
Los colonos sionistas, en particular los de Kfar Aza, han criticado ferozmente el informe del ejército, argumentando que no aborda las fallas fundamentales de seguridad.
“¿Cómo podemos confiar en una investigación dirigida por alguien que estuvo directamente involucrado en los sucesos del 7 de octubre?”, argumentaron.
Los colonos expresaron su indignación por los resultados, afirmando que el informe se limitaba a detallar lo que sucedió la mañana del ataque, pero no explicaba cómo la situación se deterioró hasta un nivel tan catastrófico.
“Esta investigación no aborda el colapso de la seguridad; sólo expone la arrogancia y la negligencia del ejército”, añadieron. Su frustración se desbordó al recordar los acontecimientos de ese día.
“Cuando escuchas los detalles, simplemente no puedes creer que el ejército israelí actúe de esta manera, sin liderazgo, sin control”, dijo un colono. “Cuando oímos esto, nos sentimos enfermos. Nos dejaron morir. Simplemente nos dejaron morir”.
Los colonos ahora piden que todos los líderes militares y políticos que estaban a cargo ese Sábado Negro asuman toda la responsabilidad y renuncien.
Source: Al Manar