Los círculos sionistas confirmaron que Yemen representa un desafío complejo para Tel Aviv y que cualquier acción militar no afectará la voluntad de los yemeníes de continuar apoyando a los palestinos en la Franja de Gaza.
Tel Aviv se encuentra ante el dilema yemení del que no hay salida, según los comentaristas sionistas. Ni los ataques sionistas, ni los ataques estadounidenses y británicos, ni el alto tono amenazador lanzado por los líderes de la ocupación tuvieron impacto. La determinación de los yemeníes de seguir apoyando a los palestinos en la Franja de Gaza y de seguir destruyendo los sitios e instalaciones del enemigo fue utilizada con misiles y drones, lo que dejó a los líderes de la ocupación frente a un verdadero dilema para afrontar el desafío yemení.
Esta realidad en el enfrentamiento con Yemen planteó muchos interrogantes sionistas sobre la capacidad de Tel Aviv para contener y silenciar al frente yemení, tras el fracaso de estadounidenses y británicos en esta misión.
Los expertos sionistas criticaron duramente la petición pública del primer ministro del gobierno de ocupación de ausentarse de las sesiones del juicio por razones urgentes de seguridad. Estos expertos consideraron que esto revela las intenciones de “Israel” hacia sus enemigos, especialmente con respecto a Yemen, y hace pierde el factor sorpresa.
En este contexto, el periódico Yedioth Ahronoth dijo: “Mientras las amenazas continúan, Israel actualmente se muestra cauteloso a la hora de tomar medidas nuevamente en Yemen, y se encuentra en un verdadero dilema sobre cómo responder”. El periódico citó fuentes informadas que dijeron: “Atacar a los hutíes es más difícil”.
Por lo tanto, el hecho de que las operaciones yemeníes continúen y se intensifiquen no se debe a que el enemigo sionista esté ejerciendo “moderación” hacia Yemen, como afirma en sus recientes amenazas, más bien se debe a su falta de opciones garantizadas y efectivas para influir en la actividad del frente de apoyo yemení y en la decisión de sus dirigentes. Esto es lo que lo impulsó en primer lugar a buscar la ayuda de EEUU, Gran Bretaña y los países europeos en la misión de “disuadir” a Yemen, lo que luego resultó imposible incluso para estos partidos.
Source: Al Manar