El pasado lunes y debido a las “acciones hostiles” de EEUU, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció que había suspendido el acuerdo ruso-norteamericano firmado después de la guerra fría y que preveía la eliminación del plutonio de las armas nucleares.
Esta decisión rusa tuvo lugar poco después de que el secretario de Defensa de EEUU, Ashton Carter, pronunciara un discurso el 26 de septiembre a las tropas de la base de misiles del Mando de Ataque Global de la Fuerza Aérea en Minot, Dakota del Norte, donde defendió la masiva modernización del arsenal militar de EEUU. Este viaje coincidió con las amenazas norteamericanas contra Rusia y China, dos potencias nucleares.
Carter defendió su plan de 348.000 millones de dólares para reconstruir la triada de bombarderos estratégicos, misiles intercontinentales y submarinos equipados con misiles. Él advirtió además que “aunque que en más de setenta años desde 1945 las armas nucleares no hayan sido utilizadas en una guerra, eso no es algo que debamos dar por sentado”.
El decreto del presidente ruso evoca “un cambio radical en el ambiente, una amenaza a la estabilidad estratégica causado por las acciones hostiles de EEUU contra Rusia y la incapacidad de Washington para cumplir sus obligaciones en relación a la eliminación del plutonio después de la firma de los acuerdos internacionales”.
Este hecho no causó sorpresa porque Rusia ya había dejado claro que estaba insatisfecha por la manera en la cual EEUU había manejado sus stocks de plutonio. Washington había decidido que era menos caro mezclar los materiales nucleares con otros productos.
Rusia insistió en que EEUU violaba los términos del acuerdo, que exigían el recurso a un reactor nuclear para transformar el plutonio. Contrariamente al proceso de mezcla utilizado por EEUU, aquel método convierte el proceso e transformación en irreversible.
El acuerdo entre Washington y Moscú fue firmado en 2000. Los dos países estaban dispuestos a eliminar cada uno 34 toneladas de plutonio militar excedente de la guerra fría y reciclarlo como combustible de uso civil.
El acuerdo preveía el establecimiento de una fábrica de reciclaje de plutonio militar por parte de EEUU en el sitio de Savannah River, en Aiken, Carolina del Sur, pero la base nunca se construyó.
Por otro lado, la agencia Tass señaló que el jefe de la Fuerza de Misiles Estratégicos de Rusia, Serguei Karakayev, dijo que han sido desplegados misiles nucleares intercontinentales Iars en la región de Tver, la más occidental del país, en respuesta al despliegue de un sistema antimisiles en Rumania y posiblemente en Polonia. Estos sistemas buscan a hacer un primer ataque nuclear contra Rusia más factible.
Source: Agencias