El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, alertó el martes por el mundo enfrentar una catástrofe humanitaria en Oriente Medio, donde los inocentes pagan el precio por la locura de la guerra.
«El elevado número de muertos -más de 12 mil personas, siendo cinco mil niños- nos causa gran consternación», afirmó Lula al discursar en la cumbre virtual extraordinaria del Brics, grupo formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Señaló que por el conflicto palestino-israelí, «todavía hay 29 mil heridos y tres mil 750 desaparecidos, de los cuales muchos son niños».
Como bien manifestó el secretario general de Naciones Unidas, António Guterrez, la Franja de Gaza «se está convirtiendo en un cementerio de niños», indicó el exdirigente obrero.
Además, agregó, al menos 1,6 millones de personas -alrededor del 70 por ciento de la población de Gaza- tuvieron que abandonar sus hogares sin perspectivas de retorno.
«También nos causa perplejidad que más de un centenar de funcionarios de la ONU ya hayan perdido sus vidas», lamentó.
En su alocución, Lula agradeció al presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, por la iniciativa de convocar esta reunión extraordinaria para tratar la situación de emergencia en Gaza.
Aprovechó la oportunidad para saludar la presencia de los representantes de los países invitados a integrar el Brics, como Arabia Saudí, Argentina, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán.
Lula aseguró que, desde el inicio del actual conflicto entre “Israel” y Palestina, tuvo la oportunidad de conversar bilateralmente con prácticamente todos los líderes reunidos este martes.
Recordó que Brasil condenó de manera vehemente los ataques del ala militar del movimiento Hamas el 7 de octubre y que tres brasileños fueron víctimas de esos episodios.
«En varias ocasiones, reiteramos el llamado por la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes», apuntó.
Sin embargo, denunció, «tales actos bárbaros no justifican el uso indiscriminado y desproporcionado de la fuerza contra civiles».
El mandatario refirió que, al presidir el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en octubre, «Brasil no escatimó esfuerzos en favor del tratamiento de la emergencia humanitaria, la contención de la actual escalada y la reanudación de una solución duradera al conflicto».
Aludió que su país propuso una resolución, que contó con el apoyo de la mayoría de los miembros, pero lamentablemente resultó objeto de veto de uno de los miembros permanentes, en referencia a EEUU.
«La parálisis del consejo es una demostración más de la urgencia de su reforma», subrayó.
Source: Prensa Latina