La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la renovación del mandato de las fuerzas internacionales que operan en el sur del Líbano (FPNUL) sigue generando tinta.
La resistencia ha informado a los estados miembros de estas fuerzas, de diversas maneras, que no permitirá que nadie la ataque ni tampoco a la gente en las zonas de operaciones de la FPNUL.
Hay que tener en cuenta que a la resistencia no le interesa la presencia de las fuerzas internacionales, ya que se ha hecho evidente que trabajan exclusivamente al servicio del enemigo israelí.
Por eso los líderes de las fuerzas internacionales y sus oficiales parecen muy preocupados por las repercusiones de esta decisión.
En los últimos días, el propio comandante de la FPNUL y altos oficiales se reunieron con alcaldes y jefes de aldea, informándoles de que la FPNUL había recibido instrucciones de Nueva York solicitando la continuación del mecanismo de trabajo previamente establecido, es decir, actuar en plena coordinación con el Ejército libanés.
La dirección de la FPNUL también pidió a sus fuerzas que redujeran al mínimo el número de patrullas la semana pasada y esta semana, mientras están previstas reuniones con el Ejército libanés para coordinar las nuevas medidas.
Los “residentes” del Sur están observando cómo las fuerzas internacionales actuarán en la siguiente etapa, especialmente después de la última resolución de la ONU:
Primero: ¿Las fuerzas internacionales realizarán patrullas sin coordinación con el Ejército e intentarán registrar lugares específicos a pedido del enemigo israelí?
Segundo: ¿Cómo traducirán las fuerzas internacionales la frase contenida en la decisión de renovar el mandato de la FPNUL de que tienen derecho a realizar patrullas sin previo aviso y sin coordinación con el Ejército?
Tercero: ¿Cómo gestionarán las fuerzas internacionales los contenedores y las torres ubicados en varios puntos de la frontera?
Hasta ahora la situación sigue tranquila y los líderes de las fuerzas internacionales deberían ser más racionales que los locos de Nueva York, opina el diario libanés Al-Akhbar.
Sin embargo, puede suceder que estas fuerzas, o una de ellas, emprendan determinadas aventuras con el pretexto de que están aplicando la decisión tal como fue tomada… y entonces todos se encontrarán ante nuevas realidades.
Cabe señalar que el proyecto de resolución adoptado el 31 de agosto por el Consejo de Seguridad de la ONU conserva los párrafos que “permiten a las fuerzas internacionales moverse e inspeccionar de forma independiente y sin previo aviso y sin coordinación con el Eército libanés”.
El texto llama además a todas las partes a “garantizar que la libertad de movimiento de la FPNUL en todas sus operaciones y que el acceso de la FPNUL a la Línea Azul (frontera de facto entre la entidad sionista y el Líbano, nota del editor) sea respetado y no obstaculizado.”
Una solicitud impugnada por el Líbano, ya que viola su soberanía.
Los Emiratos Árabes Unidos, en coordinación con los israelíes, trabajaron para eliminar esta referencia a la coordinación con el Ejército libanés.
La resolución adoptada por 13 votos a favor y dos abstenciones (Rusia y China) extiende el mandato de unos 10.000 cascos azules hasta el 31 de agosto de 2024.
Source: Al Akhbar