A pesar de los esfuerzos de EEUU por disminuir la influencia de China y Rusia en África, parece que es la influencia estadounidense en el continente la que está en declive.
En diciembre pasado, EEUU fue anfitrión de la Cumbre de Líderes de EEUU y África en Washington. El presidente Biden dijo que “el éxito de África es el éxito del mundo”. EEUU regresó a África después de cuatro años de la política de “EEUU primero” de Trump.
Pero, ¿es creíble la nueva historia?, se pregunta China Daily en un análisis fechado el 17 de enero.
Meses antes de la cumbre, la administración Biden ideó la aparentemente ambiciosa estrategia estadounidense hacia el África Subsahariana. Pero solo entregó retórica.
Con un tono rara vez suave, el secretario de Estado Antony Blinken habló sobre no obligar a los países africanos a elegir bandos al lanzar su estrategia africana durante su viaje a Sudáfrica en agosto. Sin embargo, difícilmente puede ocultar el hecho de que la estrategia de la administración Biden tiene como objetivo “contrarrestar las actividades dañinas” de China y Rusia, y “exponer y resaltar los riesgos de las actividades negativas de la República Popular China (RPC) y Rusia en África”, según una hoja informativa de la Casa Blanca.
Incluso en la cumbre que debería haberse centrado en la cooperación entre EEUU y África, Lloyd Austin, secretario de Defensa de EEUU, trató de engañar a los países africanos haciéndoles creer que “China y Rusia están desestabilizando África”. Esta revelación de intenciones mostró la hipocresía de Washington.
Nada podría ser más claro cuando la Estrategia de Seguridad Nacional de octubre señala que los países africanos constituyen uno de los grupos de votación regionales más grandes de la ONU y admite que los gobiernos, las instituciones y las personas africanas son una fuerza geopolítica importante. Además, argumenta que las relaciones entre EEUU y África deben adaptarse para reflejar el importante papel geopolítico que desempeñan las naciones africanas en el mundo. El verdadero intento estadounidense es obtener apoyo africano a su estrategia global.
Al igual que su regreso a Asia-Pacífico y su mayor enfoque en los países insulares del Pacífico, el “regreso a África” de EEUU tiene poco o nada que ver con el desarrollo del continente, lo que implica más inversiones que EEUU no puede permitirse. EEUU simplemente está haciendo otro intento de contener a China y Rusia.
Después de casi una década desde la Primera Cumbre de Líderes de EEUU y África de Obama en 2014, la administración demócrata del presidente Biden la aprovechó como una oportunidad para contrarrestar la “influencia” de China y Rusia en África. No hay duda de que esta decisión tiene un costo. EEUU y Occidente sufrieron un revés en la Asamblea General de la ONU en marzo pasado cuando 26 de los 54 países africanos no respaldaron su resolución que condenaba la “invasión” de Rusia a Ucrania. Se supone que algunos de estos países africanos son aliados de EEUU, pero resultaron ser no alineados.
Dado el relativo declive del poder estadounidense durante la última década, se ha convertido en una misión imposible para EEUU derrotar a China y contener a Rusia por sí solo. Reconociendo la importancia geopolítica de África, particularmente su valor estratégico en el sistema de votación de las Naciones Unidas, EEUU implementó la Estrategia para el África Subsahariana y la Cumbre de Líderes EEUU-África con el fin de lograr su objetivo geopolítico.
Sin embargo, la política interna de EEUU supone una limitación aparente para la planificación política a largo plazo. La política de partidos a menudo entra en juego, causando con frecuencia interrupciones en la continuidad de las políticas. ¿Otra administración republicana rechazará la estrategia africana de la administración Biden? ¿Durante cuánto tiempo se implementará esta política de manera consistente?
La reacción de África
A pesar de la serie de movimientos estadounidenses para acercarse a África, la reacción de los países africanos no ha sido muy positiva. Sin embargo, “contenta” de que EEUU no haya obligado a África a elegir, Naledi Pandor, ministra sudafricana de Relaciones Internacionales y Cooperación, recordó a Blinken durante la visita de este último que ningún país africano puede ser “intimidado o amenazado”.
La insatisfacción de África con EEUU también se manifiesta públicamente. La Comunidad de Desarrollo de África Meridional, en su cumbre extraordinaria de agosto pasado, expresó su disgusto porque el continente estaba siendo atacado con medidas unilaterales y punitivas a través de la Ley de EEUU para Contrarrestar las Actividades Rusas Malignas en África y reafirmó su posición de principio de no alinearse en cualquier conflicto fuera del continente.
Los medios africanos también cuestionaron los motivos estadounidenses. Así por ejemplo, Carien du Plessis, de South Africa Business Day, le preguntó una vez a Molly Phee, subsecretaria de Estado para Asuntos Africanos de EEUU: “¿Cree que la Estrategia ha dejado suficiente espacio para reconocer que China y Rusia también han hecho cosas en el continente? ¿Se puede ver esto como algo positivo?” Además, como ha dicho la ya citada ministra de Relaciones Internacionales de Sudáfrica, Naledi Pandor, “EEUU no es un actor neutral y ha causado un gran daño en el continente. Parece que EEUU quiere competir con Rusia y China en lugar de ver cómo pueden cooperar para lo mejor.”
De cualquier manera, concluye el analista del China Daily, EEUU ha estado tratando de encontrar aliados en todo el mundo para contrarrestar a China y Rusia, pero no ha logrado sus objetivos, particularmente en los países del Sur. La cumbre del presidente estadounidense con los líderes del Sudeste Asiático resultó poco prometedora. Peor aún, su Cumbre de las Américas reveló la desaparición de la influencia estadounidense en su antiguo “patio trasero”.
Nuevamente, la Cumbre con África no significa ningún cambio fundamental en la política de EEUU hacia África, sino esfuerzos renovados para involucrarse en África a fin de superar a China, contener a Rusia y mantener su hegemonía unipolar.
Source: Press TV