Las autoridades de EEUU parecen creer que pueden librarse de cualquier castigo por los crímenes de guerra cometidos por Washington, señala la revista estadounidense The Nation.
“¿No sería genial si fuéramos un poco menos excepcionales? ¿Qué pasaría si, por ejemplo, canalizáramos al menos una fracción de esos cientos de miles de millones de dólares que el Congreso y la administración Biden han destinado a enriquecer a los fabricantes de armas y apoyar un aparato militar esencialmente insostenible para satisfacer las necesidades reales de los estadounidenses?”, señala un columnista de la revista.
¿Crímenes de guerra? No gracias
The Nation recuerda que EEUU y sus nacionales no pueden ser procesados por la justicia internacional, ya que Washington nunca ha ratificado el Estatuto de Roma, suscrito por 123 países.
La administración de Bill Clinton firmó este documento fundacional del Tribunal Penal Internacional (TPI) en 2000, pero el Senado no lo ha ratificado. Los sucesores de Bill Clinton en la Casa Blanca nunca han querido reconocer este tratado internacional. En 2002, EEUU retiró su firma.
El TPI es el primer órgano permanente de justicia penal internacional, con sede en La Haya, Países Bajos, competente para enjuiciar a los responsables de genocidio, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y crímenes de agresión.
Establecido sobre la base del Estatuto de Roma, adoptado en 1998, comenzó oficialmente su trabajo el 1 de julio de 2002.
Impunidad en el mundo, incluso en África
También según The Nation, la impunidad de EEUU se confirma con el gasto astronómico dedicado al complejo de Defensa.
El Pentágono tiene 750 bases militares reconocidas en 80 países, incluidos Camerún, Egipto, Yibuti, Kenia y Níger.
EEUU ha iniciado muchas guerras, incluida la de Iraq en 2003, recuerda la revista.
Source: Sputnik