Según un estudio publicado el 31 de octubre en el sitio MintPress, cientos de ex agentes de la organización de espionaje israelí Unit 8200 han obtenido posiciones influyentes en varias de las empresas tecnológicas más grandes del mundo, incluidas Google, Facebook, Microsoft y Amazon.
La Unidad 8200 del ejército israelí es conocida por monitorear a los palestinos, recolectando kompromat (documentos incriminatorios) de individuos con el propósito de chantajear y extorsionar.
Espiando a los ricos y famosos de todo el mundo, la Unidad 8200 apareció en los titulares el año pasado después de que estallara el escándalo de Pegasus.
Los ex oficiales de la Unidad 8200 diseñaron e implementaron un software que espiaba a decenas de miles de políticos y probablemente contribuyó al asesinato del periodista saudí Yamal Khashoggi.
Según el sitio de LinkedIn, actualmente hay al menos 99 ex veteranos de la Unidad 8200 que trabajan para Google.
Sin embargo, este número ciertamente subestima el alcance de la colaboración entre las dos organizaciones.
Esta cifra no incluye a los ex empleados de Google, los que no tienen una cuenta de LinkedIn o los que tienen una cuenta allí pero no revelaron sus afiliaciones anteriores con la unidad de vigilancia de alto nivel de tecnología de “Israel”.
Este es probablemente un número considerable, ya que los agentes tienen expresamente prohibido revelar su afiliación con la Unidad 8200.
Por lo tanto, la cifra de 99 solo representa el número de empleados actuales (o recientes) de Google que incumplen la ley militar israelí al incluir a la organización en sus perfiles.
Tenga en cuenta que Google no solo parece aceptar a los ex agentes de la Unidad 8200 con los brazos abiertos, sino que también está reclutando activamente a los miembros actuales de la organización de espionaje israelí.
La Unidad 8200 es parte de una organización de espionaje y extorsión que utiliza su acceso a los datos para chantajear y extorsionar a los opositores al régimen del apartheid de “Israel”.
Que esta organización tenga tantos agentes (literalmente cientos) en puestos clave en las principales empresas tecnológicas a las que el mundo confía sus datos más confidenciales (médicos, financieros, etc.) debería ser motivo de gran preocupación.
Source: Press TV