Los políticos turcos deben tener prohibido de hacer campañas políticas en toda la Unión Europea, dijo el ministro de Exteriores austriaco, Christian Kern.
“Una respuesta colectiva de la UE para evitar estos eventos de campaña tendría sentido para que países como Alemania, donde tales mítines están prohibidos, no terminen siendo presionados por Turquía”, dijo Kern al periódico alemán Welt am Sonntag.
Ankara está cortejando a los electores de entre la población de tres millones de habitantes de origen turco -la más grande fuera de Turquía- que residen en Alemania para animarles a participar y votar “Sí” en un referéndum dirigido a ampliar los poderes del presidente Recep Tayyip Erdogan, que tendrá lugar el 16 de abril.
Varias ciudades alemanas han impedido las visitas electorales de los ministros de Erdogan la semana pasada, citando preocupaciones de seguridad.
Las cancelaciones han irritado al gobierno turco, que acusó a Berlín de intentar sabotear su campaña de referéndum.
El ministro de Economía, Nihat Zeybekci, tenía previsto el domingo participar en dos eventos privados organizados por grupos turcos en Colonia y cerca de Leverkusen, desafiando la prohibición de las autoridades locales.
La canciller, Angela Merkel, llamó el sábado al primer ministro turco, Binali Yildirim, a calmar la situación, y los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países tenían previsto reunirse en los próximos días.
Berlín “ciertamente no pondrá fin a sus críticas sobre la evolución de la situación en Turquía”, dijo, por su parte, el ministro alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel, el domingo en un artículo escrito en el periódico Bild am Sonntag.
Gabriel insistió en que Alemania defendería el imperio de la ley, la libertad de opinión, los derechos humanos y la democracia.
Y rechazó el arresto en Turquía del periodista de Die Welt, Deniz Yucel, el lunes pasado por cargos de terrorismo a los que calificó de “incorrectos y desproporcionados”.
Él dijo, sin embargo, que “la amistad germano-turca es más profunda que las tensiones diplomáticas que estamos viviendo ahora”.
Erdogan, por su parte, no parece tener interés en diluir las tensiones y acusó el domingo a Alemania de ser “un país nazi” después de que las autoridades del país prohibieran los mítines políticos turcos en el país.
Erdogan acusó a Alemania de “acciones fascistas” que recordaban a las de la era nazi.
El ministro austriaco Kern dijo a Welt am Sonntag que las negociaciones de adhesión a la UE con Turquía debían ser abandonadas en respuesta al “pisoteo de los derechos humanos y los derechos democráticos básicos” por el régimen de Erdogan.
“No podemos continuar negociando sobre la adhesión de un país que se ha estado distanciando de las normas democráticas y los principios del estado de derecho durante años”, dijo Kern.
“La introducción de un sistema presidencialista debilitará aún más el imperio de la ley en Turquía, reducirá la división de poderes y contradirá los valores de la UE”, señaló.
Source: AFP