La aparición inesperada de 9 buques de guerra rusos en el Mar Mediterráneo ha sido una dura advertencia para la OTAN.
Después de que nueve buques de guerra rusos aparecieran en aguas del Mar Mediterráneo, lo que, de hecho, duplicaba la presencia de la flota rusa en esta región, la OTAN tomó esto como una señal muy seria de Rusia, ya que, en términos de su poder, los buques de guerra rusos resultaron ser suficientes para controlar no solo la parte oriental sino también la central del Mar Mediterráneo, donde operan tres submarinos rusos, que son suficientes para derrotar a fuerzas significativas de las armadas de la OTAN.
Inicialmente, la OTAN rastreó solo seis grandes barcos de desembarco rusos, de los que se creyó que podrían transportar armas a Siria, aunque la Alianza no estaba segura de esto.
“La aparición de seis barcos de desembarco en Tartús es una demostración de las capacidades de la flota rusa para desplegar sus fuerzas a largas distancias en regiones estratégicamente importantes del planeta. No está claro si estos barcos, que son capaces de transportar una cantidad significativa de vehículos blindados y tropas, tienen algún cargamento a bordo”, informa The Drive.
Sin embargo, cuando, unos días después, tres buques de guerra rusos más cruzaron el Canal de Suez, los temores entre los países de la OTAN aumentaron seriamente, ya que la Alianza se dio cuenta de la imposibilidad de controlar a Rusia en la región.
Es de destacar que, en este momento, varios buques de guerra rusos más se están moviendo en dirección a Siria, después de haber pasado recientemente por el Estrecho de Gibraltar.
Source: Avia Pro