El régimen israelí ha estado en un estado de preocupación desde su formación ilegal. Esto no es nuevo. Sin embargo, Tel Aviv está en peores condiciones que nunca bajo Naftali Bennett hasta el punto en que el gabinete está en peligro de colapsar.
En esta línea recta, Al Mayadin enumera los seis factores que actualmente inquietan a los israelíes.
Un calentamiento de las relaciones entre Jordania y Siria y entre Jordania e Irán
Cualquier aproximación entre Damasco y Ammán preocupa a “Israel”. Jordania y Siria han suscrito varios acuerdos energéticos y comerciales y han reanudado sus vuelos mutuos. La frontera entre ambos países también se ha reabierto.
Pero esto no acaba aquí. El 12 de octubre, el diario israelí Makor Rishon publicó un artículo con el titular “Sobre la convergencia entre Jordania e Irán”.
El artículo se refiere a la gran preocupación en los círculos israelíes por una conversación telefónica entre los ministros de Relaciones Exteriores de Irán y Jordania, Hossein Amir-Abdollahian y Ayman al Sadafi.
En esta entrevista telefónica, Amir-Abdollahian rindió homenaje al derecho histórico de Jordania a ejercer la tutela sobre Al Quds y los lugares sagrados de culto en Palestina.
Los dos diplomáticos de alto rango también enfatizaron el desarrollo de la cooperación bilateral lejos de la interferencia de partes extranjeras.
Aunque Amir-Abdollahian y Sadafi no hicieron alusión a la cooperación militar, su entrevista telefónica ha preocupado mucho al régimen israelí, cuyos planes estratégicos se ven obstaculizados por la cooperación estable entre los países de la región.
Negociaciones entre Teherán y Riad
El diálogo entre Irán y Arabia Saudí y la posibilidad de una desescalada inminente es otra fuente de preocupación para el régimen israelí.
Según Haaretz, “una convergencia entre Irán y Arabia Saudí podría dañar seriamente o incluso destruir la alianza regional anti-Irán de la que “Israel” depende en gran medida”.
Elecciones en Iraq
Cualquiera que sea el resultado, la buena marcha de las elecciones en Iraq y la participación de todos los grupos y estratos inquieta a los israelíes. De ahí la organización de la Conferencia de Normalización en Erbil, apenas unos días antes de las elecciones legislativas, para evitar un desarrollo normal y pacífico de las elecciones.
Sin embargo, las elecciones que tuvieron lugar en Iraq con la participación de votantes pertenecientes a diferentes grupos y comunidades así como el rechazo de todos los iraquíes a la normalización con “Israel” plantearon un problema a Tel Aviv y lo dejaron en una situación complicada.
Un Irán nuclear
Asusta a “Israel” la campaña iraní en la República de Azerbaiyán, que se centra en las células del Daesh que operan en ese país y en las bases militares y de inteligencia de “Israel” allí. De hecho, Tel Aviv desea hacer de la República de Azerbaiyán un santuario para sus actos anti-iraníes.
Por otro lado, el régimen israelí no puede tolerar que los estadounidenses regresen al acuerdo nuclear firmado con Irán y, por lo tanto, está haciendo todo lo posible para evitar su posible regreso al acuerdo.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Yair Lapid, se dirigió a los estadounidenses: “Israel” ni siquiera quiere que Irán se acerque a convertirse en un país nuclear. Incluso si no construye una bomba atómica, Irán no debería tener capacidad nuclear”.
Estas palabras de Lapid demuestran que lo que preocupa a los israelíes no es un arma nuclear, sino el ver a Irán acumular conocimientos y tecnologías nucleares, que pueden convertirlo en un país altamente desarrollado.
Resistencia palestina
“Israel” nunca ha ocultado su descontento con la convergencia de grupos palestinos, ya que teme que la Resistencia Palestina se extienda a la Cisjordania y Al Quds ocupados.
El régimen sionista quiere que su frente sur sea estable para poder llevar a cabo proyectos de colonización en los territorios palestinos ocupados y judaizar la ciudad de Al Quds sin tener que preocuparse por la reacción de los grupos de la Resistencia palestina.
Por otro lado, el hecho de que Washington crea que la estabilidad en Oriente Medio sin la presencia militar de EEUU se logrará solo mediante el establecimiento de un estado palestino no preocupa en absoluto al régimen israelí.
Además, Washington piensa que la membresía de Arabia Saudí en el círculo de países que ya han normalizado sus relaciones con “Israel” no es posible sin encontrar una solución integral al conflicto israelo-palestino y esto mientras Tel Aviv ve en la normalización con Riad, una palanca que evitará que Arabia Saudí y otros países árabes se acerquen a Irán.
Una Siria estable
Rusia exige que Israel ponga fin a sus ataques aéreos contra territorio sirio. Por otro lado, los acuerdos ruso-estadounidenses destinados a resolver los conflictos en Siria son de gran preocupación para el régimen israelí. También los recientes acuerdos energéticos entre Siria, Jordania y Egipto. En resumen, a “Israel” no le gusta que Siria recupere su poder militar y económico.
Mientras tanto, el régimen sionista teme que sus representantes, como el Frente al Nusra y los terroristas de otros grupos en Siria, fracasen totalmente.
Source: Al Mayadin