Más de 200 militantes sirios en Daraa depusieron las armas en 24 horas, confirmando su nuevo estatus.
Algunos admiten estar cansados de las actividades armadas. Se alcanzó un nuevo acuerdo local de alto el fuego en el sur de Siria el 1 de septiembre, mediado por Moscú, y se prometió amnistía a los militantes si deponían las armas.
Según el acuerdo de amnistía con el gobierno, los combatientes de los grupos ilegales están deponiendo las armas en masa. Más de 2.000 personas ya han regularizado su estado.
211 excombatientes regularizaron su situación en la provincia siria de Daraa en 24 horas. Entregaron 59 armas y expresaron la voluntad de volver a una vida pacífica. Todo sucedió con la mediación del Centro Ruso para la Reconciliación de los Beligerantes en Siria.
Por ejemplo, la primera instalación controlada por el gobierno del país en diez años se abrió en la aldea siria de Al Yadudah. Allí se ha instalado un centro de regularización. Los combatientes tienen la oportunidad de dejar las armas y volver a formar parte de Siria. Algunos vinieron solo para recibir nuevos documentos; otros, para deponer las armas.
La seguridad del sitio está garantizada por la policía militar rusa. Pero ningún militante tiene la intención de abrir fuego. Los veteranos abandonan las armas en la entrada, y solo entonces se les permite ingresar. La guerra ha terminado y es hora de deponer las armas.
Los tiroteos se detuvieron gracias a la mediación del Centro Ruso de Reconciliación de los Beligerantes. Sus especialistas convencieron a los combatientes de que se rindieran sin ofrecer resistencia.
Cualquier conflicto entre los grupos clandestinos será resuelto ahora por el Ejército gubernamental, que patrullará las calles junto a la policía militar rusa. Los habitantes del pueblo ya no tienen que temer por sus vidas.
La deposición de armas es un paso fundamental para volver a una vida pacífica. Esto significa que quienes alguna vez se opusieron al estado se han dado ahora cuenta de su error.
Source: Karam Issa - Observateur continental