El presidente del Líbano, Michel Aoun, prometió el miércoles que se formará un Gobierno limpio sin las sombras de los políticos anteriores.
Aoun precisó que solo un ejecutivo de esas características calmará las multitudinarias manifestaciones antigubernamentales de los últimos 14 días.
“Las gentes volverán a las calles si el proceso de formación del gobierno enfrenta obstáculos”, apuntó.
Según el jefe del Estado, las protestas masivas abrieron la puerta a grandes reformas.
La formación de un gabinete es el siguiente paso a la renuncia del primer ministro Saad Hariri y, por ende, de todo el gabinete.
De acuerdo con la Constitución libanesa, el Parlamento debe presentar un candidato para la jefatura del Gobierno, el cual luego recibe el visto bueno del presidente de la República.
Con posterioridad, el escogido designa su equipo ministerial bajo aprobación del Congreso y, en última instancia, del jefe del Estado.
Es posible que Hariri retome el cargo al no existir un candidato musulmán sunní, condición ineludible en El Líbano para asumir esa cartera, pero la elección de ministros se complica porque el reparto debe satisfacer a las 18 confesiones religiosas reconocidas en el país. De todos modos, el gobierno en funciones puede prolongarse indefinidamente hasta que sea sustituido por uno nuevo.
El proceso de formación e instalación del gabinete saliente tardó ocho meses, desde mayo de 2018 a enero de 2019.
Source: PL