“La capacidad de los drones yemeníes ha desorientado a Riad”, escribió el New York Times el domingo (15 de septiembre) sobre la reciente respuesta de Ansarulá y los ataques del Ejército yemení contra Arabia Saudí.
“Estos ataques no solo han expuesto la vulnerabilidad de Arabia Saudí en la guerra contra los huzíes (Ansarulá) sino que han demostrado que tales ataques podrían tener lugar a bajo costo”, agregó el New York Times, refiriéndose a los ataques contra drones del sábado 14 de septiembre contra las instalaciones petroleras saudíes en los dos distritos de Abqaiq y Jurais.
La fabricación de los drones que se han utilizado en estas operaciones cuesta solo 15.000 dólares, dijo M. Zeidenberg, investigador principal del Instituto Holandés de la Paz en Pax Christi.
“Si bien los huzíes carecen de recursos financieros significativos, sus drones han asestado fuertes golpes a Arabia Saudí, el tercer país más grande del mundo en términos de gasto militar, con 67.600 millones de dólares”, dijo el periódico.
“Este es un gran desafío para los saudíes que no pueden hacer frente a él a pesar de su capacidad financiera, militar o de inteligencia”, dijo Farea Al Muslimi, cofundadora del Centro de Estudios Estratégicos de Sanaa.
En 2015, Riad esperaba derrotar a Ansarulá con la ayuda de EEUU, pero esta guerra se estancó. Además, el Ejército yemení y Ansarulá han optado por respuestas cada vez más sofisticadas utilizando drones. Los yemeníes usaron drones por primera vez el año pasado. Desde entonces, han aumentado su uso”, continuó The New York Times.
“Las instalaciones de procesamiento de petróleo saudí de Aramco refinan el petróleo en varios campos petrolíferos”, dijo Helima Kraft, analista del Investment Banking.
“Un ataque contra Abqaiq siempre ha estado en nuestro centro de preocupación”, dijo.
Amy Myers Jaffe, analista de energía de Oriente Medio para el Consejo de Relaciones Exteriores de EEUU, cree que los yemeníes son plenamente conscientes de la importancia de estas instalaciones. “Han apuntado a un objetivo que causa un daño significativo”, dijo.
El ataque con drones de Ansarulá, que redujo a la mitad la capacidad de producción de Arabia Saudí, tiene una importancia sin precedentes. Y por una buena razón: el sitio de Abqaiq, ubicado a 60 kilómetros al suroeste de Dahran, la sede principal del gigante petrolero, alberga la mayor planta de procesamiento de petróleo de Aramco.
Según Zeidenberg, el bajo costo de los drones, la dificultad de identificarlos e interceptarlos y su gran capacidad para infligir un daño considerable, contribuyeron a la supremacía yemení sobre los saudíes.
“Los yemeníes también podrían compartir más tarde sus experiencias de drones con otros grupos de la Resistencia en Iraq, Siria y Líbano”, dijo The New York Times.
Source: New York Times – Press TV