Las empresas saudíes sufren debido a las reformas del príncipe heredero. El plan de reforma de Mohammed bin Salman se basó en la participación del sector privado, pero el proyecto dificultó la vida de las empresas saudíes, escribe el Financial Times.
“En una red de callejuelas y calles empedradas en la antigua ciudad de Yeddah, más de 20 tiendas están cerradas, carteles de “Se Alquila” están pegados en grandes puertas de madera. Comerciantes en tiendas adyacentes, que venden desde abayas hasta colchones, relojes chinos, perfumes y especias, lamentan la caída de las ventas, el éxodo de más de 1,7 millones de trabajadores extranjeros y los crecientes costos de las políticas gubernamentales.”
El periódico Financial Times, en un artículo publicado el 9 de junio, describe la situación de los comerciantes saudíes.
Un abogado saudí se hace eco del tono pesimista: su oficina ha participado en el cierre de más de 50 compañías en los últimos 18 meses. “Es principalmente una cuestión de dinero, no es la viabilidad del negocio, sino la falta de ingresos”, dice el abogado, quien, como muchos entrevistados, pide no dar su nombre por temor a ser arrestado por el régimen, también escribe el periódico.
Según el Financial Times, las reformas económicas previstas por Mohammed bin Salman han debilitado el sector privado. Las empresas saudíes del sector privado sufren la volatilidad que resulta de la política económica del príncipe heredero, líder de facto del país, mientras que los extranjeros están abandonando cada vez más el reino.
“Al igual que muchas empresas saudíes, el país ha tenido cinco años de crecimiento decepcionante y medidas de austeridad impuestas por el gobierno. Mepco (una fábrica de papel en Yeddah) y su filial de reciclaje despidieron a decenas de personas para “mitigar los efectos de la subida de los impuestos que se pagan por tener empleados extranjeros y adaptarse a la nueva situación”, escribe el periódico.
Decepcionados, los comerciantes intentan de alguna manera mantener la esperanza. “El cambio es inminente y tienes que ser parte de él. No hay otra opción”, dice un líder empresarial.
Tales discursos contradictorios se han convertido en algo común desde que el Príncipe Mohammed lanzó su “Plan de Modernización Visión 2030”. Tres años después, el país sigue cambiando y mientras algunos saudíes se muestran algo optimistas, otros murmuran con preocupación por su situación, dice el periódico.
Se supone que la famosa Vision 2030de MBS puede poner fin a la dependencia de Riad de sus exportaciones de petróleo y diversificar las fuentes de ingresos involucrando al sector privado.
Según Financial Times, los objetivos de “Visión 2030” incluyen aumentar la contribución del sector privado al Producto Interno Bruto (PIB) del 40 al 65 por ciento. El gobierno también ha establecido la meta de crear 450.000 empleos no gubernamentales para 2020, con el objetivo de reducir la tasa de desempleo en Arabia Saudí del 12.5 por ciento al 9 por ciento el próximo año.
El plan Visión 2030 aún está lejos de alcanzar todos sus objetivos, pero las compañías saudíes ya se han visto afectadas en gran medida por los cambios radicales de MBS. Los recortes masivos en los subsidios a la energía, así como la introducción del IVA, están afectando al gasto de los hogares. Después de la caída en los precios del petróleo en 2014, decenas de miles de millones de dólares en contratos gubernamentales permanecen sin pagar a las empresas que los ejecutaron. Los fuertes aumentos en los impuestos a los trabajadores extranjeros, que representan aproximadamente el 90 por ciento de los empleos del sector privado, y a las personas a su cargo están aumentando los costos y reduciendo las ganancias, lo que desencadenó un éxodo de trabajadores extranjeros. Y además, la caída en la demanda de los consumidores ha resultado en una deflación, dice el autor del artículo.
“Hay alrededor de 7.000 empresas industriales en Arabia Saudí y muchas de ellas están perdiendo dinero o simplemente no ganan apenas dinero”, dijo un empresario extranjero activo en Arabia Saudí. Según el Financial Times, algunos todavía están conmocionados por la supuesta campaña anticorrupción del príncipe Mohammed bin Salman, durante la cual más de 300 príncipes, empresarios y ex empleados del estado fueron encarcelados en el hotel Riyadh Ritz-Carlton a finales de 2017 para sacarles su dinero.
El artículo concluye que esta situación ha llevado a muchos empresarios activos en el sector privado saudí a retirar su capital del país y acudir a los mercados extranjeros.
Source: The Financial Times